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(Foto: Karen Zárate)
Ana Núñez

El cáncer de mama arrebató la vida de dos de las mujeres más importantes de la vida de Fernanda Kanno: su abuela Rosa, que murió en el 2000, y su hermana Sharon, en el 2015. Cuando murió la abuela Rosa, la periodista era apenas una jovencita que había terminado el colegio, pero durante los casi 10 años de enfermedad que sufrió su hermana desde que le detectaron por primera vez el cáncer, en el 2005, hasta que murió, Fernanda trató de acompañarla siempre, aunque muchas veces era Sharon la que se aislaba de todos.

“Cuando un miembro de la familia se enferma de cáncer, todos sufren. Creo que al final uno no termina de entender qué es lo que está pensando la persona que está enferma, porque por lo general esta persona enferma no quiere preocupar a su familia ni que la traten distinto o le sientan lástima. Hasta que, claro, ya es inevitable que te apoyes en ellos”, dice Kano.

Fernanda es embajadora de la Liga contra el Cáncer y, como tal, ha contado algunas veces esta historia. Eso, sin embargo, no evita que llore al recordar los últimos momentos de la vida de Sharon. “Hubo una época en la que la dejé de ver porque ella no me contestaba el teléfono. No me quería ver, ni siquiera en Navidad. Hasta que entendí que algo le pasaba, así que fui a buscarla y le dije: ¿qué mierda te pasa? Me dijo: bueno, tengo cáncer otra vez...”, recuerda.

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