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Diego Boneta

El chico, para empezar, es muy educado. De aquellos que saludan a absolutamente todos cuando entra en un salón, así sean 20 personas. Aunque esté cansado, aunque tenga calor. De los que se paran de la mesa cuando alguien hace lo propio y no se sienta hasta que estén todos listos. De los que usan con frecuencia las palabras ‘gracias’ y ‘disculpa’. Se nota que el asunto es de casa. Los papás ingenieros parecen haberle enseñado bien.

Es, coincidimos también, bastante gentil. Trata a quienes están a su alrededor de ‘hermano’ y ‘compadre’ y no niega un solo pedido de videosaludo con el celular para la amiga, la cuñada, el esposo de la prima en tercer grado, la hija que cumplirá 15 en el 2034. Ni un solo selfie, tampoco. De hecho, los toma él mismo (aunque eso responda, quién sabe, a una práctica cada vez más usada por los artistas, tigres en conocer sus mejores ángulos). De que podría creerse la última Coca-Cola en el desierto, el hueco del keke, podría. Y no solo por el apoteósico éxito que le dio protagonizar en Netflix el año pasado Luis Miguel, la serie. En el 2012, filmó en Hollywood Rock of Ages, con Tom Cruise, Alec Baldwin, Catherine Zeta-Jones y Paul Giamatti. Ahorita nomás, en el 2018, lo hizo con Arnold Schwarzenegger y Linda Hamilton para la sexta versión de Terminator. Y con Milla Jovovich en Monster Hunter. El actor mexicano de 28 años, empero, en un hotel de Santiago de Chile, un último día de enero, no es más que buena onda.

Él, yo y varios nos hemos reunido allí porque ha sido presentado como la nueva imagen de tiendas Paris. Al día siguiente de ese encuentro, incluso, grabaría comerciales con figuras chilenas y peruanas, entre las últimas, la conductora y modelo Natalie Vértiz y la influencer de moda Carolina Braedt. “¿Sa’ss qué...? Déjame quitarme el chicle pa’que no esté masticando...”, dice antes de empezar la charla. Pone la golosina en una servilleta, se excusa y la guarda en el bolsillo. Está estrenando ropa en ese momento. Se nota porque una de las presillas del pantalón por donde suele pasar el cinturón todavía tiene el plástico. La camisa es azul, el pantalón tobillero beige, las medias y las zapatillas blancas. Dos cadenas: una de oro y otra de plata. Un anillo en el anular de la mano derecha; un reloj clásico en la izquierda. Las pestañas arqueadísimas, como si hubiese estado rizándolas por horas con una cuchara de té. Y los ojos, pues, entre pardos y verdes, no queda claro. Apuesto, cómo no, aunque más menudo de lo que sale en pantalla.

Puede ser por eso que se va en automático con algunas respuestas. Para los cuestionamientos que se salen del guion, en cambio, se muestra juicioso. Achina los ojos, se lleva la mano a la barbilla partida, piensa bien qué va a decir y suelta. Entonces aún no se sabía que iba a interpretar al Gato Negro, el primer superhéroe latino, concebido en los cómics, para una serie de MGM de la TV estadounidense. De ahí se entendería, luego, su incidencia durante la conversación, respecto de la nueva mirada hacia lo latino en la industria gringa. Pero, además, habla del rol que le ha cambiado la vida, de ese que no puede ni quiere soltar; de la segunda temporada de la serie biográfica que todos están esperando; su regreso a la música y su próxima visita al Perú.

Hace un año, cuando ya habías terminado de grabar la serie, comentaste que te estaba costando salir del personaje de Luis Miguel. ¿Lo conseguiste?
Creo que nunca me voy a poder quitar el personaje al 100%... Tuvo tremendo impacto en mí. Es la primera vez que me pierdo completamente en un rol. Y es el primero que es muy diferente de lo que soy, además. Lo que sucede es que en Hollywood nunca quieren ‘castear’ al actor, sino a la persona. Entonces los primeros papeles que haces son muy similares a ti. Luis Miguel habla y camina totalmente diferente que yo, entonces... No digo que siempre voy a hablar como él, hablo de que siempre estará en un nivel subconsciente.

Daniel Krauze, guionista principal de la serie y escritor, me dijo por esa época que él creía que nunca iba a volver a participar de un proyecto más enorme y espectacular que esta serie. ¿Crees tú que te llegue otra vez un rol tan icónico como aquel?
Eso espero... Roles así vienen muy pocas veces, pero sería muy triste si no llega otro... Me encantó convertirme en una persona completamente diferente. Papeles así de especiales son los que estoy buscando.

Una situación hipotética: se te cruza la realización de la segunda temporada de la serie de Luis Miguel con el ofrecimiento de un protagónico en una serie en primetime norteamericano. ¿A qué le darías prioridad?
Hay algo muy interesante que está pasando hoy en la industria... a ver, cómo te lo puedo explicar... Rock of Ages fue una película que yo hice en el 2012 y que supuestamente me iba a cambiar la vida, pero no tuvo el éxito que toda la gente pensó que iba a tener. Sin embargo, seis años después sale otra oportunidad en el mercado latino que es Luis Miguel, la serie. El éxito que ha tenido esta en Latinoamérica es tal, que en Hollywood se sabe perfectamente lo que ha pasado y eso aunque la serie no se haya pasado allá en inglés por Netflix, recién va a salir... Yo creo que eso es muy emocionante porque el único objetivo ya no es solo Hollywood... La idea es ir por la mejor historia y el mejor proyecto sin importar necesariamente en qué idioma sea. Netflix es una plataforma mundial, es el estudio más importante a nivel internacional. Eso para mí es mucho más emocionante... Entonces, contestando tu pregunta, creo que las cosas siempre pasan por algo. Y si [la segunda temporada de Luis Miguel, la serie] tiene que pasar, pasará.

¿Qué es lo que está pasando con esa segunda temporada?
Mira, para mí lo importante de la segunda temporada es que esté bien hecha. Es que no se apresure, es que no la quieran sacar rápido porque la gente lo pide. Entiendo perfectamente que sea así, pero para mí es más importante que esté bien contada, que los hechos estén bien, que los personajes estén bien. Hay un hueco enorme ahora sin Luisito Rey. Hay una expectativa mayor, un riesgo mayor. No podemos minimizar eso por respeto al público. No podemos confiarnos en el “ah, como la primera temporada fue un éxito saquemos lo que sea porque también lo será”. No. Así no creo que sea el approach [enfoque] correcto. El approach debe ser muy bien calculado, muy bien pensado, muy bien elaborado.

Tu carrera tiene cada pie en un mercado: el latinoamericano y el anglosajón. ¿Qué tan difícil es manejar ello? Algunos artistas que han hecho el crossover con éxito a veces parecen desorientarse respecto de ello en algo tan cotidiano como hacer una historia de Instagram. No saben en qué idioma dirigirse...
Yo creo que depende mucho de dónde esté y de qué sea el post [la publicación] en cuanto a redes. Si es algo de Luis Miguel, Luis Miguel todavía no ha salido en Estados Unidos en inglés. Va a salir ya muy pronto. Pero si es un proyecto que tiene más audiencia americana, como Terminator, pues me dirigiré más a esa audiencia...

Y cómo decides qué proyectos priorizar... ¿Por qué hacer esta campaña con Paris, por ejemplo?
En realidad, eso obedeció a que tenía mucho de no venir a Chile. Chile siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón porque fue un país que apoyó mi música al 100% cuando comencé. Yo siempre recuerdo a la gente que estuvo ahí desde un inicio. Cuando me comentaron de esta campaña y vi los otros comerciales que Paris había hecho, se me hicieron bastante cool. También me gusta la moda, pero más que nada era el poder venir. Estos dos últimos años han sido una locura, he ido de proyecto en proyecto y te diré que en el 2018 no pude disfrutar el éxito de la serie. La gente me contaba, me mandaba memes y videos, pero no era por experiencia propia. Yo estaba en Budapest rodando Terminator en otra onda totalmente. Y me decían: es que no sabes, en Perú, en Chile o en Argentina... una cosa es que te manden videos por el WhatsApp y otra cosa es que lo veas. Y lo sientas. Y para mí es muy importante poder disfrutar de esto.
¿Cuánto influyó ser latinoamericano en los otros proyectos en los que participaste luego: las películas Terminator o Monster Hunter...?
El éxito de Luis Miguel tuvo mucho que ver porque Hollywood ahora está muy interesado en el mercado latino. Muy interesado. Por eso te digo, nunca sabes por dónde va a llegar...

Ser latinoamericano en Hollywood, entonces, ya tiene ventajas...
Finalmente, sí. Es algo que me da mucho gusto. Ya está cambiando el asunto, aunque falta camino por recorrer. Pero antes no, cuando me mudé a Los Ángeles, hace once años, esto no pasaba.

¿Retomarás la música?
En el 2014 saqué un EP con el que hice el experimento de cantar y actuar al mismo tiempo. Yo hacía una película, entonces. Me di cuenta de que no se puede. No bien, al menos. El que mucho abarca, poco aprieta. En Hollywood hay tanta competencia, tantos proyectos... Es mejor enfocarse en una sola cosa. La música es mi primera pasión, es como entré en todo esto. Es como mi primera novia, aunque no terminé casándome con ella. Pero uno siempre se acuerda de su primera novia. Mi carrera como actor es ahora la prioridad, aunque aún en ella la música me persigue. Tanto en Rock of Ages como en Luis Miguel, la serie, que son los dos proyectos más importantes que he hecho, ha habido un componente musical importantísimo. Y me encanta. Cada vez que veo un escenario me dan ganas de subirme a cantar... Pero ahora no es el momento adecuado, sobre todo con Luis Miguel y la serie... aunque no sabes el gusto que me da que el soundtrack de la serie [cantado por él] ya sea disco de oro... Pero no quiero confundir al público. Solo hay un Luis Miguel. Igual, no me cierro a ello en un futuro.

¿Irás a Perú pronto?
Voy a ir. Solo he estado en el aeropuerto de Lima. Hice una escala una vez cuando estaba de gira con RBD, hace mucho tiempo. Tengo amigos peruanos, me fascina la comida peruana y me muero de ganas de conocer Machu Picchu. Estoy muy contento porque voy. Este año de todas maneras. //

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