Tres escritoras ilustres que inspiran el concurso de cuentos “Mi Peruano Power Favorito”

Pertenecieron a la primera generación ilustrada de lucha por la igualdad. Teresa González de Fanning, Mercedes Cabello y Clorinda Matto de Turner no solo fueron pioneras de nuestra literatura, sino también heroínas de la inclusión en las letras peruanas. Tres figuras decisivas en esa rebelión sobre tinta y papel que ocurrió a finales del siglo XIX, tres mujeres notables que forman parte del grupo de 10 compatriotas que inspiran el concurso de cuentos “Mi Peruano Power Favorito”, organizado por el diario El Comercio, Ediciones Pichoncito y la Fundación Peruanos Power.

Clorinda Matto de Turner, como precursora de la narrativa indigenista en el Perú, no solo recrea escenarios que antes fueron tratados con indiferencia por la literatura, sino que además instala mensajes de protesta, igualdad y homenaje a nuestras raíces culturales y sociales. En su obra emblemática, “Aves sin Nido”, Matto de Turner retrató el abuso de poder que, aunque cueste aceptarlo, nos acompaña desde hace más de cuatro siglos.

Estas “Peruanas Power” también fueron una confirmación de cómo la adversidad nos puede convertir en héroes. Teresa González de Fanning, luego de enviudar en medio de la Guerra del Pacífico, encontró una nueva motivación en uno de los primeros grandes emprendimientos en busca de la igualdad de género. En pleno siglo XIX, cuando aún la educación femenina era precaria y estaba lejos de ser prioridad, fundó el Liceo Fanning, un colegio para mujeres donde se impartían las asignaturas bajo los mismos parámetros que en un centro educativo para varones. Una verdadera precursora de la educación y de la igualdad.

Por su parte, Mercedes Cabello fue pionera de la novela realista y, también, supo lidiar con la preponderancia masculina en los contenidos literarios y periodísticos de su época. Un auténtico ejemplo de que el contexto no nos puede silenciar. A su talento con la prosa le unió capacidad para alzar la voz en cada debate político. Su voz incómoda la condenó al exilio, pero su legado no se alejará nunca de nosotros.

Son días festivos para la literatura peruana: Mario Vargas Llosa fue admitido hace unas semanas en la Academia de la Lengua Francesa. Un hecho inédito para un narrador en nuestro idioma. Nuestro Premio Nobel ahora ocupa un lugar en el selecto grupo de los llamados “inmortales”. Que este júbilo también nos permita retornar a las raíces, a reencontrarnos con quienes asumieron el reto de cambiar la historia de nuestro patrimonio nacional de prosa y poesía. Estas escritoras merecen el aplauso y el permanente recuerdo. Ellas también son eternas.

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