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(Foto: Difusión)
Arturo León

Cuando terminó la carrera de comunicación lo último que imaginó es que años después viajaría a Italia por construir una silla. Estaba segura de lo que quería: ser diseñadora. Dejó su profesión de lado, se inscribió en Toulouse Lautrec y empezó de cero. Kaori Guinoza no se equivocó. Con 30 años acaba de ganar un premio de NABA (Escuela de Bellas Artes de Milán) por el trabajo que realizó junto con su compañera Karla Canepa. Le ganaron a otras 31 creaciones que son expuestas en el Jockey Plaza (Barrio Jockey) desde este miércoles. Es la vigésimo octava edición de la Expo Sillas que organiza el instituto cuyo nombre hace honor al otrora pintor francés, pero la primera vez que NABA participa. No es poca cosa.

Aquí prima la creatividad: son únicas -o raras, si quieren (ver fotos arriba)- y están pensadas para una función o usuario específico. No se trata de hacer algo abstracto, impactante y ya. Tiene que servirle a alguien, llegar a un segmento. Metacast es el nombre de la silla que crearon Kaori y Karla durante todo un semestre. "El proceso fue muy complicado y muchas veces quisimos tirar la toalla", revela Guinoza. Se han amanecido lijando, martillando, taladrando. “Lo único no hicimos nosotros fue pintar”, asegura. La silla es plegable (ver video), de madera y está dirigida a personas que tienen como hobbie la pesca deportiva, pero no cualquier pesca deportiva.

"Está pensada para gente que practica surfcasting. En esta modalidad solo se tira la caña, luego se clava en la arena y la persona se sienta a disfrutar el mar. Por eso la silla tiene una mesita al costado y al otro lado tiene un compartimento para guardar cosas de pesca: anzuelos, carnadas, objetos personales, bebidas heladas incluso, etc. También tiene dos porta cañas", explica Kaori Guinoza.

Somos se comunicó con Nicola Chipa, representante del jurado de la Escuela de Bellas Artes de Milán que eligió a Metacast como la mejor silla del concurso en el que se presentaron, antes del primer filtro, más de 170 modelos diferentes. “El proyecto Metacast fue sin duda el mejor en cuanto a creatividad. La presentación fue realmente sobresaliente. Algunos de los criterios que utilizamos para evaluar el trabajo fue la propuesta conceptual, elementos de expresión gráfica, principios de ergonomía, entre otros. En todos estos aspectos, la silla sobresalió gracias a su originalidad y funcionalidad del acabado”.

Como toda buena iniciativa, todo partió por encontrar una necesidad. La idea de Kaori y Karla de hacer Metacast nació gracias al papá de la primera. "Mi papá hace pesca y siempre lo veo ‘sufriendo’ al momento de cargar todo al carro. Tiene esta silla de metal sin forma definida y que no es apilable. Y muchas más cosas para llevar. Nuestra silla se compacta de tal forma que permite poner cosas encima o abajo. Gana espacio", asegura.

En pleno proceso de construcción.
En pleno proceso de construcción.

En julio y agosto próximo, las ganadoras estarán paseando por los alrededores del Domo de Milán y mirando tiendas en la Galería Vittorio Emanuele II. No lo harán como dos turistas peruanas más: se han ganado una beca para hacer un curso de especialización en la capital del diseño y durante el verano europeo. “La gama es amplia y la dupla puede elegir entre Product Design, Diseño de interiores, Lighting Design, entre otros”, explica Nicola.

Kaori sigue sorprendida. No tanto por el premio –admite que le tenía fe a su silla-, sino por cómo pasa el tiempo. Son estos los momentos que te hacen retroceder y pensar que el destino no es más que el resultado de tomar (buenas o malas) decisiones.

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