Línea anti COVID-19: la cartera inteligente que alerta cuando alguien sobrepasa la distancia social
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Un capítulo poco conocido de nuestra historia revela que una terrible epidemia estuvo a punto de truncar la gesta de la independencia. Hace 200 años, el ejército liderado por el general San Martín cruzó los Andes para liberar a Chile antes de llegar al Virreinato del Perú, sin imaginar que en ese trayecto una enfermedad denominada “terciana y disentería” mermaría sus tropas. La peste fue cediendo meses antes del 28 de julio de 1821, luego de que valerosos médicos peruanos la enfrentaran con quinina, cremor tártaro y agua de mar. Así lo cuenta Carmen Mc Evoy en su reciente ensayo Bicentenario Republicano: dolor, resiliencia y esperanza. “Yo veo surgir ese mismo espíritu en esta pandemia, durante la cual conmueven en el alma las jóvenes enfermeras y enfermeros embarcándose en los aviones camino a Iquitos, algunos de ellos portando la bandera del Perú”, dice la historiadora en la publicación.
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A lo largo de nuestra vida republicana, una serie de eventos catastróficos nos han marcado profundamente y, al mismo tiempo, nos han vuelto una sociedad resiliente. José Ragas, historiador peruano y profesor en la Universidad Católica de Chile, enumera varias etapas en las que como país hemos estado expuestos a distintos desafíos. “La Guerra del Pacífico es otro episodio traumático, que incluyó la participación de civiles y la ocupación del territorio nacional. Junto con esto, y sin ánimo de hacer una lista de tragedias nacionales, ha habido momentos difíciles pero que han tenido una contraparte de solidaridad nacional e internacional, como el aluvión de Yungay, cuyo 50 aniversario se conmemoró hace poco”, explica.
En nuestra historia reciente, cuenta Ragas, los eventos suscitados entre 1987 y 1993 fueron de los más devastadores, pero a su vez marcaron los cimientos de la nación que somos hoy en día. “En apenas unos años, la conjunción de terrorismo, violencia por parte del Estado, hiperinflación, transición al neoliberalismo y naciente autoritarismo, cambiaron al país de manera completa. El costo social y emocional de esos años, en los que gobernaron Alan García y Alberto Fujimori, aún es difícil de calcular. En aquella época, los mecanismos de ayuda se activaron en la sociedad civil, generando redes de apoyo y preocupación al margen del Estado mismo o de ONGs”, comenta el historiador.
Pero hay un punto importante a tener en cuenta. “Del mismo modo en que resaltamos la resiliencia en una sociedad, tampoco debemos romantizarla. Muchas personas no alcanzaron a sobrevivir a estas tragedias. Junto con señalar cómo pudimos sostenernos como país en esos momentos, debemos apuntar los factores estructurales que permitieron dichos eventos, como lo vemos ahora con la pandemia: falta de visión a largo plazo, desigualdad, corrupción, precariedad institucional, centralismo, entre otros”, concluye José Ragas.
En el contexto que estamos viviendo, una pregunta se cae de madura: ¿Cómo se evidencia la resiliencia de los peruanos? Para Jorge Yamamoto, experto en psicología social, esta se manifiesta de dos maneras. “La primera es acatando las nuevas formas de convivencia, que no ha sido fácil para nadie. A diferencia de otros momentos de nuestra historia, donde la resiliencia era más beligerante, saliendo a protestar por nuestros derechos o por lo que consideramos justo, ahora se hace presente respetando el distanciamiento social, usando mascarillas y protectores faciales, ajustando la economía familiar y, sobre todo, aceptando que las cosas no van a volver a ser como antes”, explica el especialista. Al ser una sociedad tan diversa, no todos podemos quedarnos en casa esperando a que todo pase. “La resiliencia también se manifiesta en aquellos peruanos recurseros, que buscan maneras creativas de llevar un sustento a casa, pero sin poner en riesgo sus propias vidas”.
Rolando Arellano, especialista en marketing cuantitativo, cuenta que el peruano es mucho más optimista que sus pares de otros países de la región, respecto al tiempo que vamos a superar esta emergencia sanitaria. “Después de los más de cien días de cuarentena, el peruano considera que saldrá de esta situación en un año. En Chile y Argentina, los ciudadanos calculan que será entre un año y medio y dos años”, comenta. Ese optimismo, que viene del empuje y las ganas de salir adelante, sumado a las acciones de solidaridad de los últimos meses, son los dos pilares que definen a la sociedad resiliente que somos hoy en día, de acuerdo con Arellano. “Desde el día uno de la emergencia sanitaria, empezamos a hacer un listado de las actividades de solidaridad que se pusieron en práctica, desde las acciones vecinales hasta las que implementaron las grandes empresas. En total son cerca de 200 millones de dólares que se han entregado de ayuda. Esto es algo que nunca había ocurrido en la historia del Perú”.
Es imposible saber lo que vaya a pasar más adelante: ni cuándo llegará la tan ansiada vacuna ni cuándo nos podremos reponer de la crisis generada por el coronavirus. Pero lo vemos a diario: gente aferrada a sus trabajos o repensando sus propias vidas, sin desanimarse. Saldremos de esta, como tantas veces lo hicimos. //
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