Alex Kapranos, de Franz Ferdinand, conversa con Somos horas previas al concierto en Lima. En la imagen, sostiene discos que compró en jirón Quilca. (Foto: Celeste Pérez)
Alex Kapranos, de Franz Ferdinand, conversa con Somos horas previas al concierto en Lima. En la imagen, sostiene discos que compró en jirón Quilca. (Foto: Celeste Pérez)
Vanessa Cruzado Alvarez

“Es bueno estar de vuelta”, admite bastante efusivo . Han pasado nueve años desde aquella enérgica presentación de en la explanada del Estadio Monumental. Ahora encabezan el y las expectativas -por parte del público y los artistas- son altas. Pero el músico escocés no solo está contento por el reencuentro con la audiencia, sino también por las cosas que ofrece nuestro país. Para entender esto último es necesario un poco de contexto.

La entrevista estaba pactada para las 5 p.m. en un hotel de San Isidro. El cantante y guitarrista de 47 años, sin embargo, llegó con un ligero retraso a causa del tráfico. Había aprovechado la tarde del miércoles para hacer algunas compras. En un intento por compensar la tardanza, mostró sus nuevas adquisiciones. Y vaya que la espera valió la pena.

La última vez que la agrupación originaria de Glasgow estuvo en Lima, visitó el jirón Quilca para comprar vinilos de cumbia y chicha. Como buen seguidor de ambos géneros, Alex no pudo resistir regresar al llamado paraíso de los melómanos. “¿Quieres ver qué compramos?”, pregunta y luego mira a los presentes. Intrigados, asentimos.

Los Sander’s de Ñaña, Grupo Maravilla, Grupo Celeste y Los Ribereños son algunas de las agrupaciones peruanas que figuraban en los (vinilos) 45 rpm que me enseña. “Quiero llegar a Escocia para escuchar las canciones”. Confiesa además que ha quedado maravillado con una disquera peruana: Infopesa, con sede en Jesús María. Discos van, discos vienen y aparece uno de Los Mirlos. “Una banda peruana muy famosa. Buenos singles. Estoy muy contento de haberlos comprado”.

Alex Kapranos, de Franz Ferdinand, regresa a jirón Quilca

Cuando termina de mostrar su nueva colección de discos, anuncia -cual niño emocionado- que aún hay más por ver. “¿Quieres ver lo otro que he comprado”, pregunta con picardía. Imposible negarse. De una bolsa fucsia, empieza a sacar papas nativas y ollucos. Esa fascinación nació en Chile, cuando llevó algunos tubérculos a casa para sembrarlos en su jardín. “Las papas de Perú son distintas a las de Escocia. Esto [sostiene una papa amarilla] sabe muy bien. [Con las papas] en medio del invierno en Escocia, tendré un poco del sabor de Lima en mi casa”.

Y no solo será el sabor, sino también la música peruana. ¿Cuándo fue la primera vez que escucharon cumbia y chicha?

Hace 15 años, tal vez un poco antes. Pero con la chicha fue por una buena compilación de un álbum que salió hace 10 años llamado The Roots Of Chicha. Creo que ese fue el disco que introdujo [a la chicha] a muchos en Europa y Norteamérica. Así fue como escuché a muchas bandas como Los Mirlos, Juaneco y su Combo. Realmente tengo que agradecerle a ese disco por hacerme interesar en la chicha peruana. La chicha es un mundo diferente: uno más psicodélico, con diferentes sonidos. Es genial.

Había leído que ese acercamiento fue gracias a un famoso DJ de Glasgow…

Oh, es cierto. Tienes razón. Twitch es uno de los DJs de un club llamado Óptimo. Él siempre ha sido fan de la cumbia y la chicha. Es interesante [de escuchar] porque la cumbia varía en toda Latinoamérica. La cumbia que tienen en Perú es diferente a la de Colombia. Y a su vez es diferente a la de Venezuela o a la de México. Tengo algunos amigos que están en una banda llamada Los Bitchos. Ellos son una banda de cumbia. Muchos de ellos son de Uruguay, pero viven en Londres. He producido esta banda y sí, mi amor por la cumbia está bastante vivo. Tienes que escucharlos. Es una buena banda. La buena música evoluciona y se convierte en algo nuevo. Ellos son un mix de cumbia, un poco de chicha, pero también de mucha psicodelia. Una de las integrantes es turca así que también hay un poco de psicodelia turca. Un poco de disco sueco, también. Son geniales.

"Gracias a The Roots Of Chicha  escuché a muchas bandas como Los Mirlos, Juaneco y su Combo", cuenta Alex Kapranos. (Foto: Celeste Pérez)
"Gracias a The Roots Of Chicha escuché a muchas bandas como Los Mirlos, Juaneco y su Combo", cuenta Alex Kapranos. (Foto: Celeste Pérez)

Es cierto que la buena música evoluciona. Franz Ferdinand calza a la perfección con esa frase. En cada disco se reinventa, sin dejar su esencia. ¿Cómo lo hacen? “Creo que el truco es no pensarlo demasiado, pero poner atención a los pensamientos. ¿Tiene sentido? (risas). Hay que disfrutarlo, sin tomarlo tan en serio. Tienes que ser serio en tu música, pero tú no debes tomártelo tan en serio. También hay cosas obvias. Si haces algo y suena a algo que hiciste antes, pufff. No lo hagas. Tampoco hacer cosas que suenen falsas o que no suenen a uno”.

Always Ascending (2018), además de ser el primer disco sin Nick McCarthy, es -digamos- la presentación de los nuevos miembros. ¿Influyeron esos cambios en el proceso creativo?

Se siente como si hubiera sido hace tiempo [la llegada de Julian Corrie y Dino Bardot]. Fue un disco divertido de hacer. Trabajamos principalmente en mi estudio, en Escocia. Conocimos a Julian y se unió a la banda. Phillip Zdar produjo el disco y fue bueno trabajar con él. Fuimos a París para escribir algunas canciones. Para mí, cada disco que hacemos como banda es lo mismo, pero totalmente diferente. Se siente igual porque somos nosotros haciéndolo y tiene la misma aspiración: que sea inusual, hace bailar a la gente y las letras tienen significado, pero quieres hacerlo en una forma diferente. Creo que este disco suena distinto a los otros, pero a la vez es [el sonido de] Franz Ferdinand.

Si hay algo que tiene este quinto disco es eso: ritmos bailables con mensajes profundos en sus canciones. Tomemos por ejemplo Lois Lane (sí, como la superheroína de DC) en la que en la primera estrofa hace guiños a este personaje, pero lo que cala es la importancia de las decisiones y cómo estas pueden cambiar el mundo (y a nosotros). O The Academy Award, que reflexiona sobre el amor moderno. Cada uno de los diez tracks que conforman el disco es un viaje propio. Una experiencia a la que la banda ya nos tiene acostumbrados.

Phillip Zdar tiene una regla bastante particular: no hablar de sencillos porque las otras canciones se pondrían celosas. ¿Cómo tomaron esa norma? ¿Ya tenían esta idea antes?

Simpatizo con esta idea. Creo que es buena. Además, como banda, nunca nos sentamos a escribir en plan “vamos a escribir sencillos y el resto que vayan al disco”. No compones así. Escribes canciones en plan “tengo esta idea, la disfruto [escribir] y quiero tocarla”. Todas son buenas canciones cuando escribes de verdad.

Sé que Julian jugó un rol importante en la canción que lleva el mismo nombre del album. ¿Cómo se adaptó a la banda?

Julian es un buen músico y amigo. Además está Dino, que lo verán mañana [hoy] en el concierto. Trajo algo distinto a la banda. Creo que puedo decirlo ahora. Va a haber un miembro extra mañana en la noche. Tenemos esta sorpresa: nuestro amigo Mike [nos acompañará]. No sé si sabes, pero en el verano, Paul se fracturó el dedo. Estábamos en un hotel como este. Él estaba en el lobby, sentado debajo de una pintura muy fea. Piensa en una pintura fea, luego hazla más fea y luego imagínala gigante. Su mano estaba apoyada en la pared. De pronto, una de las cosas que sostenía la pintura se cae en -la parte inferior- del meñique, rompiendo el hueso en 19 pedazos. Tuvimos que hacer otro concierto y mi viejo amigo Mike Evans, que estuvo en una banda que produje llamada Citizens, fue el primero al que llamé. Ahora, invitamos a Mike para que toque. Los shows en Latinoamérica van a ser diferentes porque se siente especial para nosotros volver después de tantos años. Queremos hacer algo diferente.

Las presentaciones de Franz Ferdinand son únicas. Realmente uno siente que -con ellos- la música es universal. De hecho, una de las cosas que más ha quedado en los espectadores que asistieron al primer concierto, allá por el 2010, en el Monumental fue el homenaje que hizo a bandas peruanas. Imperdible no escuchar (o volver a escuchar) esos acordes de ‘Ya se ha muerto mi abuelo’, de Juaneco y su Combo en ‘40’. “Esa vez la tocamos porque sentí que debía hacerlo”, cuenta Alex. Agrega no saber si hará algo parecido en el concierto de hoy. “Ya veremos”, finaliza entre risas. //

Alex Kapranos, de Franz Ferdinand y un saludo para los lectores de El Comercio

SOBRE VMF

Cuándo: Jueves 7 de noviembre.

Dónde: Parque de la Exposición (Av. Garcilaso de la Vega con Av. 28 de Julio, Lima)

Hora: Desde las 6 p.m.

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