MDN
Germán Denis
Miguel Villegas

Los clubes en ruinas no pueden darse el lujo de contratar solo a un futbolista. Puede parecer contradictorio -la economía no da, la cabeza tampoco- pero si algo suma realmente en los equipos que viven en la tristeza son jugadores de categoría que, en su tiempo libre, tiren carretillas o hagan goles. El resto de la semana tienen que enseñar, conversar, ser ejemplo. No importa la nacionalidad tanto como la educación. Si algo hizo bien la 'U' del 2018 que se iba al descenso fue fichar a

Venía, se sabe, un hombre al límite de su carrera. A los 37 años -quienes ya hemos tenido 37 años- el futuro tiene dos puertas: se repasa la obra y se mira el álbum o se educa, es decir, se traslada todo lo aprendido a muchachos que tienen algo que uno tuvo: la fiebre por entrenar, las ansias por ganarse un sitio, el objetivo mayor de comprarle una casa a la mamá. Todas las personas con las que he conversado sobre la presencia de coinciden en que el delantero argentino -10 goles en 18 partidos de la Liga 2019, más del 50% de los que suma la 'U'- eligió la segunda puerta.

Sobre las condiciones que puso para venir habría que decir que fueron todas estas: ninguna. Lo conocía Nicolás Córdova de Italia, sabía de su presente en Lanús la primera mitad del 2018 y, sobre todo, el lugar al que iba a llegar: una U en UCI. "Llévenlo porque es un señor", dijo incluso Pedro Troglio cuando se le pidió una recomendación. Su contrato -como su renovación- se arregló muy rápido y bajo los estándares que el club tiene, después de los desastres financieros: Denis aceptó ganar lo que la U podía, no lo que su CV tenía por exigir.

Desde agosto del año pasado, cuando llegó, posó, firmó y jugó, Germán Denis ha sido todo eso que los recuerdos de tantos padres tratan de explicar a sus hijos con VHS subidos a You Tube, solo que ahora en vivo y en directo, martes a la noche contra Huancayo, domingos por la tarde en el Monumental. Su bandera.

Cuando se usa la palabra refuerzo quizá olvidamos el espíritu oculto de la palabra: alguien que viene a mejorar. es el goleador del campeonato en este arranque, compite fecha a fecha por el podio de los mejores extranjeros y cada grito es un espejo en el que cientos de jóvenes que recién juegan al fútbol pueden mirarse, sea cual sea su barrio o camiseta. Universitario, el club cuyo ídolo máximo reivindicó la profesión hasta los 40, ha estado -por fin- a la altura de lo que exigen sus estatutos. Los escritos y los que se gritan en su tribuna.

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