MDN
(Foto: Víctor Idrogo)
Nora Sugobono

Hay 32 escuelas de moda en Lima. No haremos los cálculos aquí, pero es seguro afirmar que eso se traduce en muchos –muchísimos– futuros profesionales que esperan encontrar en la industria textil un universo de posibilidades. LIF Week ha jugado un rol fundamental para que eso ocurra. Han pasado ocho años desde que se organizara la primera semana de la moda peruana (tuvo lugar del 27 al 30 de abril de 2011, en el Jockey Club) y las temporadas primavera-verano y otoño-invierno no han sido las mismas desde entonces. El evento de tendencias que reúne a los talentos más importantes del diseño local ya se ha convertido en un referente en el continente. LIF Week se acerca a su decimosexta edición convertida en una plataforma donde convergen creatividad, innovación y materia prima. “Nuestra idea es que la propuesta siempre se refresque”, sostiene su director, Efraín Salas. “Sentimos que el público nos pide que haya novedades, sin dejar de incluir a los diseñadores que son relevantes en el mercado y llevan la batuta de la moda”, indica.

La del 2019 incluye a nueve diseñadores, una marca y seis nuevos talentos seleccionados del CEAM, la UPC y Chío Lecca. Resulta curioso encontrar que cinco de los nombres que hoy conforman el grupo de diseñadores consagrados (Sivirich, Waisman, Yucra, Sedano y Clemente) debutaron alguna vez en esa misma categoría. “Queremos mostrar lo que están haciendo las nuevas generaciones, que el público vea y conozca a diseñadores que están en el inicio de su carrera”, continúa Salas. La conciencia social es otro de los ejes ancla de este LIF Week. “Siempre hemos promovido que los diseñadores aprovechen la plataforma para mostrar una opinión y crear mensajes. A través de la moda podemos hablar de igualdad de género, cuidado del medio ambiente o violencia contra la mujer”, finaliza Efraín. Hay mucho por decir y mucho por contar. Para saber qué –y cómo– tendremos que esperar a la pasarela. //


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