Jorge Chávez Noriega

La historia de ‘Lolo’ Fernández –antes de ser ídolo, leyenda y héroe de culto– es similar a la de cientos de jóvenes nacidos fuera de Lima que sueñan con convertirse en futbolistas profesionales. Era 1929 cuando su padre, Tomás Fernández, lo subió a un bus que lo trajo de su natal Cañete para que culmine el colegio en la Residencia de Estudiantes. El joven Teodoro, de entonces 15 años, fue recibido por su hermano mayor, Arturo, quien lo llevó a probarse en la Federación Universitaria de Fútbol. Allí descubrió un espacio para crecer y entender que el deporte, más que un juego, es disciplina, constancia y sacrificio.

Contenido Sugerido

Contenido GEC