Con Una ciudad para perderse, Mayte Mujica, editora de las más reconocidas plumas de nuestro medio, se bautiza como escritora. Dos historias paralelas conjugan ficción y no ficción en sus páginas. FOTO: Hugo Pérez.
Con Una ciudad para perderse, Mayte Mujica, editora de las más reconocidas plumas de nuestro medio, se bautiza como escritora. Dos historias paralelas conjugan ficción y no ficción en sus páginas. FOTO: Hugo Pérez.
Ana Núñez

No recuerda cómo ni por qué, pero hace tres años sintió la urgencia de contar una historia familiar que llevaba tiempo rondando su cabeza. Ese día, se rompió la “camisa de fuerza” que hasta entonces había sido para ella trabajar en el mundo editorial, se sentó a escribir y así nació el primer párrafo de Una ciudad para perderse, su primera novela.

¿Cómo fue saltar de la edición a la escritura? ¿Un salto mortal?
No es fácil... Yo he trabajado como editora casi desde que salí de la universidad y, cuando trabajas en edición, tienes como una hiperconciencia sobre los textos, por un lado, y por otro estás ‘detrás de’. Entonces, es muy difícil exponerse... Como editora, tienes otra distancia. Y está la sensación de que quieres que el autor brille, no tú. El trabajo de edición es muy racional, además.

¿Y el de escritor?
En el caso del escritor, en la novela o en la ficción, más allá de la razón, lo que tiene que empujar o mover la historia son otras materias más instintivas que poco tienen que ver con lo racional. Creo que si eres muy consciente a la hora de escribir... Creo que la inteligencia puede matar a un novelista.

El exceso de racionalidad.
Exacto. Entonces, todos los años que he tenido en el mundo editorial han sido también como una camisa de fuerza. Por qué ahora y no antes, no sé. Pero llegó el momento y me senté y escribí, porque tenía esa urgencia.

¿Es este un libro de ficción o una historia autobiográfica?
En literatura, no creo en los límites entre la ficción y la no ficción. Todo es verdad y todo es mentira al mismo tiempo. Es cierto que la novela nace de una historia familiar, la de mi abuelo, un chico que se afilió al partido aprista, rebelándose contra la vocación política de su familia, fue deportado y, en su exilio, se enamoró, tuvo un hijo y en esas circunstancias lo sorprendió en Francia la Segunda Guerra Mundial. Yo habría deseado conocer ese mundo... En la novela hay fragmentos de los diarios y la correspondencia de mi abuelo, algunos quedaron intactos; otros, no. Y otros los escribí yo. Ahora ya no podría reconocer cuáles son reales.

Pero está también esa historia paralela de la pareja que se va alejando definitivamente. ¿Es la historia de tu divorcio?
Creo que me sería difícil escribir sobre algo que no conozco, pero no es mi historia. Evidentemente, sé de lo que hablo cuando hablo de un matrimonio que se está acabando, pero las cosas que están ahí no son verdad.

¿Siendo editora, has sido muy dura con tu texto final?
Sí. Más que dura, creo que he trabajado con obsesión, pero sin tomármelo mucho en serio porque, la verdad, no estaba pensando en el momento de la publicación. Me siento muy rara. Yo no soy una persona muy extrovertida, entonces, todo esto de la presentación, de tener que hablar en público, me da mucho pudor. Pero hay que hacerlo. //

Una ciudad para perderse
Autora: MAYTE MUJICA
Editorial Animal de invierno
Presentación: Sábado 27 de octubre a las 17:00 horas en la Sala Antonio Cisneros de la Feria Ricardo Palma.

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