Oscar García

Se llama Nuria Zapata, aunque es mejor conocida en el mundillo musical por su sonoro alter ego, ese mismo que escogió como un juego de palabras con su apellido, y que ha acabado sirviendo como un termómetro inesperado contra el sexismo. Hace poco, cuenta Nuria, una radio local le puso “peros” solo por apodarse la Zorra Zapata. Sobra decir que similar cortesía no se la extienden a los “zorros” y “lobos” de la industria musical. Con ellos no hay problema, al parecer.

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Ella, que se volcó a la música en el 2018 luego de comprar una loop station para matar el rato libre que le dejó una lesión de rodilla, se las ingenió para componer un puñado de canciones que acabaron conquistando a la prensa especializada. Por su debut homónimo del 2020 le llovieron notas en varios países de la región, pese al riesgo de su propuesta. De ahí la expectativa con Acantilados, su segundo álbum, que verá la luz en octubre y del que ha presentado ya tres singles de adelanto, acompañados de videos y una propuesta visual que resalta su formación en artes plásticas y escénicas.

Nuria Zapata, conocida como La Zorra Zapata, presenta "Nanana", segundo single de adelanto de su próximo disco "Acantilados". (JAVIER ZAPATA)
Nuria Zapata, conocida como La Zorra Zapata, presenta "Nanana", segundo single de adelanto de su próximo disco "Acantilados". (JAVIER ZAPATA)
/ JAVIER ZAPATA

La Zorra Zapata es dueña de un estilo que resiste la clasificación, con instrumentación impresionista (sonidos ambientales, bajos poderosos, loops y susurros) y vocales etéreas. Para su segundo disco, Nuria se ha involucrado más en la producción y ha ampliado su abanico, con texturas de guitarra eléctrica y hasta palmas “aflamencadas”, como se oye en Nanana, el single dueño de un video que nos la trae como una peleadora callejera.

Es un disco que concibió en pandemia y, por tanto, está tocado por una impronta “os- cura” y una desazón que, en el fondo, no le cierra la puerta a la esperanza, dice. Es una gama de emociones que va en consonancia con la ambición mostrada en lo musical, con un sonido más “pleno” que muestra una evolución de lo más destacable. //


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