Yamamoto es psicólogo social y experto en el estudio de la felicidad. En la foto emula el gesto de Ricardo Gareca, que usted puede ver dando vuelta a la página. (Foto: PUCP)
Yamamoto es psicólogo social y experto en el estudio de la felicidad. En la foto emula el gesto de Ricardo Gareca, que usted puede ver dando vuelta a la página. (Foto: PUCP)
Oscar García

Los mensajes de la campaña “¿?” son simples y, por eso mismo, poderosos: si ves a un peruano que hace algo bien, felicítalo con un gesto como quien se golpea el corazón. Pero si ves que “le mete foul al país”, se cruza el semáforo, no cede el asiento o hace mal el trabajo, invítalo a la reflexión con el gesto de de llevarse las manos a la sien. El trasfondo es que, a través de esta forma de recompensa/sanción social, se logre un cambio de conducta, algo que es posible, dice , psicólogo social y catedrático en la PUCP, que participó en el diseño de esta campaña, creada por la agencia NODOS, con apoyo de El Comercio y la . “Corea y Singapur, en los años 60, estaban en una situación similar a la del Perú, en donde los antivalores campeaban y las cosas no se hacían bien, y ahora son potencias económicas y todo porque trabajaron en campañas nacionales de valores. Ahora allá se respeta las normas y al otro, porque entienden que de esa forma ganan todos”, dice. 

PALABRA DEL DÍA: A

En Perú vivimos eso al revés: acá el que trasgrede las leyes es el héroe y el que hace las cosas bien es visto como el tonto. Cosas tan lógicas y urgentes como las que plantea Yamamoto parecen irrealizabes y es ahí cuando el fútbol cobra un papel importante. “De pronto en estas épocas todos estamos con la misma camiseta, ya no nos importa de dónde vienes o quién eres; celebramos el mismo triunfo, se rompen las argollas que hacen tanto daño y se genera una empatía hacia el otro. Pensamos que eso debe ser así siempre, no solo en temporada de partidos. Por eso el lema que diseñó NODOS es que el verdadero Mundial no se juega en Rusia, se juega en el Perú”.

 Según el académico, un cambio de conducta se puede conseguir en una generación, en tres años, si se aplica con decisión y los padres ayudan dando el ejemplo a los niños. Un cambio de valores también es posible, aunque el tiempo demore más (de 7 a 13 años). “El fútbol nos saca algo tribal que puede ser provechoso porque nos hace parte de algo más grande. No es la solución al problema pero sí puede ser un primer gran paso”. Puede ver más información de esta campaña, el spot y ser parte de ella en

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