MDN
Regalos de navidad
Miguel Villegas

es una máquina del tiempo. También es la espera, el árbol, el chocolate caliente en verano, las películas de la TV -antes y después de Netflix-. Navidad son los amigos que no se ven, los primos que viajan desde lejos, los abuelos que preparan la cena para todos. Los villancicos y el micro para llegar antes de la doce. Los feriados y los fuegos artificiales. La carta que los niños escriben a Papá Noel y que guardan -a veces- hasta que son grandes. O la carta que escriben los grandes para creer que todavía pueden ser chicos.

Y es, sobre todo, el único día en que corre la licencia para arrodillarse en plena sala. Y volver.

Le preguntamos a periodistas, escritores, artistas, conductoras, actrices, alcaldes, youtubers y políticos por ese regalo soñado de niño que nunca pudieron tener. O que les sorprendió a las 12 del 24 de diciembre. O ese que consiguieron de adultos. ¿Te lo preguntaste alguna vez? Estas fueron sus nostálgicas respuestas.

Gustavo Rodríguez
Escritor y publicista
Tu pregunta me hace notar que nunca fui demasiado ambicioso con mis regalos, y la única vez que lo fui, mis papás cumplieron.
Lo que más quise alguna vez de niño fue una bicicleta con asiento banana como la de Kevin Arnold y mi papá rompió su fama de tacaño para elegirme una hermosa montañera negra con amarillo.
Me la robaron de casa a los dos años y nunca más tuve una tan hermosa ante mis ojos.
Hasta que hace un par de navidades me regalé una de diseño y me volví a sentir como aquella vez.


Katya Adaui
Escritora
Siempre quise un escritorio de madera, cubierto con una lámina de vidrio para poner fotos. Lo deseaba para sentarme a escribir y estar aparte. No tuve escritorio de madera hasta el año pasado. Compré una antigua mesa de cocina, con marcas de cuchillos y otras heridas. Las dejé tal cual. Yo tengo algunas parecidas. Pero me di cuenta de que ahora puedo escribir en cualquier parte.

Cherman
Artista
La verdad ke siempre mi vida giró al rededor de los kómiks, hasta ahora hago lo ke sea para seguir konsumiéndolos... aunke akí práktikamente no venden... kreo ke mi infancia fue tan bakán ke no pensaba mucho en lo ke no podía tener... ahora solo kiero pooder tener tiempo para leer mis komiks.

Cecilia Tait
Quería una casa de muñecas... porque no tenía donde vivir. Primero logré la casa; luego cuando nació mi hija compré la casa de Barbie -según yo- para ella pero fue para las dos ja, ja, ja.

Joel Calero
Director de cine
Me sorprende (y me encanta) tu pregunta. Tan solo te he leído, y, como un flechazo, ha aparecido algo naranja en mi cabeza. Era, creo, una radio o, tal vez, un reproductor de cassettes. Creo que lo miré y lo deseé mucho. Y creo que sí lo llegué a tener. Pero, sobre todo, fui yo mismo quien, tantísimos años después, me lo di en forma de equipo Sony (made in Japan) para escuchar, con la mayor fidelidad, esas canciones que eran una puerta para escaparse de todo.

Sheyla Rojas
Conductora y Modelo
Lo que yo quería era un celular. Ese que bailaba, o sea, vibraba. Pero mi papá era muy celoso y no me dejaba, ja,ja.

Karen Schwarz
Conductora de TV
Siempre quise tener unos zapatos Bass, esos de gamuza. Siempre. Pero mi mamá no podía comprarme unos. Estaban a la moda y me moría por ellos. ¡Tuve que esperar cuatro navidades..., hasta ahora lo recuerdo!

Diego Penny
Arquero y seleccionado nacional
Calle.

Patty Wong
Modelo y empresaria
Solo quería unos lindos zapatos blancos nuevos. Los míos siempre tenían hueco en la suela.

Marcelo Wong
Artista plástico
Quería un Trapper Keeper, estaba en el colegio pero eran carazos. Mi papá me compró un pioner nomás.

Armando Machuca
Actor y director de Peruvian Fanboy
De niño siempre quise tener el castillo de Grayskull, el de He-Man. Pero no me lo pudieron comprar, entonces me hice uno con una caja de leche Gloria y papel lustre verde. Lo pinte con plumón y todo. Luego lo reciclé y lo convertí en el Cubil Felino.

Angie Arizaga
Actriz y empresaria
Quería el auto deportivo de la Barbie. Nunca pude tenerlo. Ahora, con mucho esfuerzo, me compré mi propio auto deportivo, je.

Pedro Tenorio
Conductor Latina
¡Pucha! Hacíamos mucha vida de barrio en Mirones y una bicicleta me hubiera caído muy bien, pero en casa teníamos otras prioridades...
Por suerte no faltó el buen amigo que a veces me la prestara. En fin, igual nos las arreglábamos para irnos de correrías (y de un barrio al otro).
Pero hubo final feliz: me regalaron un skate y era el único que tenía uno en la cuadra, todos me la pedían prestada así que me sentí muy bien. E intercambiaba bicicleta por skate.


Vanessa Terkes
Actriz y modelo
Me hubiera encantado una bicicleta.

George Forsyth
Alcalde de La Victoria
Soñaba con un Super Nintendo.

Yuya
Youtuber mexicana, 12 millones de fans en FB
Yo todos los juguetes los quise tener y no los tuve porque mis papás no tenían la oportunidad de comprarme lo que quería, entonces yo valoraba cualquier cosa. Tengo una lista pero yo siempre quise tener uno de esos carritos en los que te subes, le picas con el pie y te lleva. Era uno rosa. Lo soñé. Mi mamá siempre me decía: “ay es que Santa Claus no vino…” (risas).

Ezio Oliva
Cantante
Yo lo que pedía a Papá Noel era -aunque no me creas- ser cantante: ser la voz de la gente, estar en un escenario. Poquito a poquito, ha pasado, imagínate. La vida me lo concedió. No es algo material, pero para mí es algo mucho más importante: haber podido cumplir este sueño, de que la vida me regale la oportunidad de cantar.

Pedro Ortiz Bisso
Periodista. Jefe de Informaciones de El Comercio
Uno de los regalos que recuerdo con más cariño de mi niñez fue la pelota “El Verdugo” que, en homenaje a Osvaldo ‘Cachito’ Ramírez, Viniball sacó a la venta, me parece que para la eliminatoria del 77. Sin embargo, aunque han pasado casi cuarenta años, sigo sin olvidar cómo me quedé virtualmente petrificado durante una visita al Centro de Lima. En una de las vitrinas del viejo local de Scala, en la Plaza de Armas, habían recreado la Batalla de Hoth, la espectacular confrontación en la nieve de “El imperio contraataca”, la mejor película de la trilogía original de “Star Wars”. Ahí estaban los AT-AT, unos transportes gigantescos de largas patas y cuerpo de reptil, que se desplazaban lentamente mientras destruían las baterías de los rebeldes. Lo quería. Pero vivíamos épocas de inflación desbocada y los juguetes importados estaban fuera del alcance de los bolsillos de mis padres. Solo me quedó mirarlos y quedarme con las ganas de tenerlos alguna vez. Quizás lo consiga esta Navidad.

Mabel Huertas
Conductora Buenos Días Perú
Nunca he sido muy pedilona, pero cuando tenía 11 años quería un Atari. Sabía que era caro, así que no lo pedía y me iba a jugar a casa de una amiga. Recuerdo que jugábamos Summer Games y Pac Man. Mi amiga lo trajo de Estados Unidos. En esa época "todos" tenían una tía o tía que venía de Estados Unidos y les traía esas cosas, yo no.

Carlos Bejarano
Periodista y Docente Universitario
En 1971, Velasco había expulsado a Santa Claus. Así que había que escribirle al Taita Noel. Fue mi primer año de primaria y había sido tan buen alumno, que el uniforme Texoro con galones azules terminó como nuevo. Como premio mi vieja me llevó al Jirón de la Unión, a subir por las escaleras mecánicas de las Galerías Boza. Estuvo increíble. Las cosas fueron tan buenas que me animé a pedirle al Taita Noel un buen regalo y un plan B (uno nunca sabe). El regalazo, ese que nunca llegaba, era un chachicar. A pedales, eh, solo a pedales. El plan B, un taconazo. Era un adminículo que te amarrabas al pie y se usaba para bailar un tema del mismo nombre que estaba de moda. Finalmente llegó el taconazo. Recuerdo que ese 24 de diciembre de 1971, 25 en realidad, pasadas las 12 de la noche me puse a bailar con mi vieja al ritmo de Pérez Prado. Me caí dos veces. Nos reímos mucho. No recuerdo Navidad más linda.

Luis Molina
Alcalde de Miraflores
De niño siempre quise un camión de bomberos pero mi papá no tenía mucho dinero. 

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