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Sofía Mulánovich

La enorme copa que registra que ella fue la mejor surfista del mundo en el 2004 está hoy sobre la repisa en la sala de su casa en Punta Hermosa. La brisa del mar ha corroído un poco el borde la placa, solo un poco. Pero ahí está, imponente. Hay más trofeos, y al costado, en la pantalla del televisor, el actor Diego Boneta está diciendo “Sa’s qué...” mientras interpreta a Luis Miguel en su serie biográfica. además de ser una de las más grandes exponentes de la historia del deporte peruano, es loquita series. Hace una semanas pidió en su cuenta de Facebook sugerencias sobre ficciones y recibió casi 300 comentarios. Leyó y dio like el respectivo a más de la mitad. También ‘yala’ a varias. La TV la relaja ahora que se encuentra entrenando duro para los nuevos desafíos que ella misma se ha puesto: competir y ganar en los Panamericanos Lima 2019 y, con eso, tener pase directo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Ni más ni menos.

Olas nuevas
Después de tomarle algunas fotos junto al mar, Sofi arranca aclarando: “En el 2013 me retiré del circuito mundial de Surf, del WTC, pero no del surfing. De alguna manera se entendió así, pero en estos cinco años he seguido compitiendo en torneos QS [otra liga importante] y también nacionales”.

El por qué de la decisión tuvo que ver entonces con agotamiento físico y mental. Había estado disputando medallas con la crema y nata del deporte y eso implicaba que ella viajara sin descanso por 13 años. La chispa que la motivaba se había apagado, por lo que sintió la necesidad de ir por la vida más ligera.

Fue a fines del año pasado, no obstante, en los días previos a una competencia preclasificatoria a los Panamericanos Lima 2019 en Punta Rocas, que el fuego por competir en el nivel más alto volvió a prenderse. “Le pregunté al coach de la selección nacional si podía unirme a ellos. Me dijo que no. ‘¡¿Cómo que no?!’, pensé entonces [ríe]. Pero él tenía razón. Yo no había estado entrenando como se requiere. Estuvo bien que me lo dijera. Tenía que ganarme mi cupo, como todos”.

Como se había quedado picona por no haber participado en aquel torneo, regresó a hablar con él un mes después. Le dijo que iba a volver a entrenar duro para que la consideraran porque quería ir a los Panamericanos y también a los Juegos Olímpicos representando al Perú. Los objetivos, ciertamente, eran demasiado atractivos. Nunca antes el surfing había sido considerado dentro de ambos eventos deportivos.

Es así como este 2018 Sofi ha regresado con fuerza. El ritmo de entrenamiento se ha incrementado, como también su participación en más certámenes. A fines de junio, de hecho, logró el primer lugar y el título de campeona del Billabong Ballito Pro Women’s que se disputó en Sudáfrica. “Fue increíble. La semifinal la corrí con una japonecita que tenía cuatro años cuando yo gané el título mundial”, cuenta sonriendo.

La anécdota nos lleva a hablar de la edad. Ella tiene hoy 35. “Lo bueno del surfing es que, en realidad, no es tan físico como el tenis, por ejemplo. En una serie de 30 minutos en verdad estás parada en la tabla no más de 60 segundos. Lo que hace uno es esperar, elegir sus olas para correrlas. Diría que es más una cuestión mental. Y aquí la experiencia juega a favor”. Para sustentar aún más la premisa, Mulánovich se refiere a otra leyenda, el estadounidense Kelly Slater, que acaba de cumplir 50. O a Mick Fanning, quien hace poco se retiró del circuito mundial con solo 37.

¿Y qué expectativas tiene de Lima 2019 y Tokio 2020? La competencia, cree, estará brava. “Todos los surfistas del mundo están muy motivados con los Juegos Olímpicos porque nunca antes esta disciplina se había incluido en ellos. Como solo hay dos cupos por país, sé de varios que están obteniendo otras nacionalidades para así no quedarse fuera. A veces la mamá es de otro lado, hay formas para hacer eso. Ello va a subir significativamente el nivel porque los que vayan serán rankeados”.

Mundial inspirador
La información a la que hace mención Sofi no es la única que ha venido deslizándose por los chats de WhastApp que tiene con sus amigas, quienes, cómo no, han sido (son) las mejores de la tabla en el planeta. “Durante el Mundial de Rusia 2018 cada una ha estado haciendo apuestas por su selección. Nos hemos estado dando duro con las australianas, hasta con las francesas”, recuerda bromeando. Todo el fervor en torno a la participación de nuestra escuadra bicolor de fútbol, acota, también la motivó a pelear de nuevo por la gloria nacional a nivel global.

“Este Mundial ha sido lindo para todos. Lo que hemos vivido en los últimos meses será inolvidable por años”, asegura. Su apoyo a la selección ha sonado fuerte, como se sabe, desde el día uno. Por eso, cuando ocurren hechos desdeñables, como el reciente agravio de un dizque hincha al jugador Christian Cueva, ella tiene algo que decir: “Fue horrible lo que pasó. Este hombre quiso humillarlo y terminó humillándose él mismo y humillando a su familia. Nunca entenderé por qué hay personas que tienen el derecho de juzgar. ¿Acaso han sido deportistas profesionales? ¿Saben la presión que existe? Cabeza en alto, Cuevita. Su profesionalismo es de admirarse”. Sí. Sofía podría parecer la hincha n.° 1 del equipo capitaneado por Guerrero, pero ella corrije: “Yo soy amante de todas las selecciones peruanas”. No quedan dudas, entonces, de por qué ha vuelto a la carga. 

Más datos:

- Entre el 2014 y el 2017, Sofía Mulánovich estuvo a cargo de un proyecto (el cual llevaba su nombre) en el que prepararon y apoyaron a diez chicos para que estos cumplieran su sueño de ser surfistas profesionales. “Cuatro de los niños que asesoramos ya están compitiendo, viajando, tienen auspiciadores. Conseguimos que ellos comenzaran a volar con sus propias alas. Aprendí mucho, estoy orgullosa de ello y por eso estoy agradecida”, explica.

-Hoy es aliada de Reebok en la campaña Be More Human (‘Sé más humano’, en español). “La idea es promover que la gente haga deporte. Está demostrado científicamente que este puede cambiar vidas porque te hace más responsable, más disciplinado. Por consecuencia, puedes convertirte en mejor persona, mejor amigo, mejor madre, mejor padre e incluso mejor profesional”, puntualiza.

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