“Las agresiones duelen, pero el camino para lograr justicia puede terminar siendo aún más doloroso”, afirma Lorena Álvarez.(Foto: Víctor Idrogo)
“Las agresiones duelen, pero el camino para lograr justicia puede terminar siendo aún más doloroso”, afirma Lorena Álvarez.(Foto: Víctor Idrogo)
Ana Núñez

Son las herederas de las ‘sufragistas’, aquellas revolucionarias mujeres que en la Inglaterra de 1870 alzaron el puño por primera vez para exigir el voto femenino en la elección de los gobernantes. Eran los primeros clamores de igualdad. Este 2017, casi 150 años después, ellas, las mujeres que vencen el miedo, las mujeres que alzan la voz, las mujeres que no callan, siguen en su lucha y ya no solo por conquistar derechos: ellas no quieren seguir siendo vistas como objetos, se resisten a seguir soportando maltratos y golpes. Están hartas de vivir en un mundo en el que están en constante amenaza.

Este coro de voces femeninas que se levanta con fuerza bajo el grito de ‘basta ya’, es un fenómeno mundial. La revista Time lo ha reconocido al elegir como ‘Persona del Año’ a las mujeres que rompieron su silencio contra el acoso sexual y se atrevieron a denunciar a famosos como el productor norteamericano Harvey Weinstein. Esa denuncia fue el origen de un movimiento social que dio la vuelta al planeta y en el cual millones de mujeres se atrevieron a compartir en las redes sociales sus experiencias de acoso sexual, bajo el hashtag ‘yo también’ (me too).  

En el Perú, miles de mujeres participaron, así como en las dos marchas convocadas este año por el movimiento .  

Entre ellas, la periodista fue una de las caras más visibles, tras atreverse a denunciar la agresión física que sufrió de parte de su ex pareja.

Lorena dice que este ha sido un año que dolió, pero que a la vez le dejó muchas enseñanzas y una de ellas fue encontrarle sentido a ese dolor que sintió. “Si puedo canalizar lo que viví en algo positivo para mí y para las demás, bienvenido sea”, dice.  

La periodista hace hincapié, sin embargo, en que si bien las mujeres hoy tienen menos temor a denunciar las agresiones, el sistema de justicia no ha dado la talla para recibir esas denuncias y menos para sancionar de manera rápida y efectiva a los agresores. “Las mujeres nos debemos sentir orgullosas de estar hablando fuerte, a pesar de todas las críticas que vamos a encontrar en el camino, a pesar de toda la gente que nos va a mirar mal por haber hablado, a pesar de que el proceso va a ser largo y tedioso. Tenemos que sentirnos orgullosas porque esto es una revolución”, finaliza. 

Contenido Sugerido

Contenido GEC