(Foto: Archivo Histórico El Comercio)
(Foto: Archivo Histórico El Comercio)
Arturo León

Hace 50 años, un 31 de agosto, Perú empató 2-2 con Argentina en y clasificó a su primer mundial (México 70) por mérito propio. Nunca antes la Albiceleste había quedado fuera de la Copa del Mundo. ¿Quiénes fueron los protagonistas de la mítica hazaña? Así era la selección en 1969.

Del partido se podría escribir un libro. Así de trascendente fue. Para los argentinos, es una pesadilla que no quieren recordar nunca, aunque igual lo hacen. Para los peruanos, uno de los días más gloriosos en la historia de nuestro fútbol. Resumir en estas páginas todo lo que pasó antes, durante y después de aquel 2-2 no es fácil. Por eso elegí tres protagonistas en quienes se concentra la pulpa de una proeza quizás irrepetible.

-EL PRÍNCIPE ETÍOPE-
Las crónicas cuentan que los brasileños le decían así. ¿El motivo? Su elegancia dentro y fuera de la cancha. Waldir Pereira, más conocido como ‘Didí’, vestía trajes en la calle y recitaba poemas en el césped. Fue el entrenador de la selección peruana que eliminó a Argentina en la Bombonera, pero más se le recuerda por su pasado como futbolista: ganó dos mundiales con Brasil (Suecia 1958 y Chile 1962). Por cosas de la vida, su carrera de entrenador empezó en Sporting Cristal. No lo hizo mal. En 1968, Teófilo Salinas, entonces presidente de la llamada Confederación Peruana de Fútbol (lo que hoy es la FPF), se decidió por él. “Salinas ponderó a ‘Didí’ como un profesional exitoso y moderno, agregando que poseía un atractivo del que carecían los otros aspirantes: su prestigio como bicampeón mundial”, escribe José Carlos Yrigoyen en su libro Con todo, contra todos.

Cuentan los futbolistas que no era un gran técnico –aunque con él posiblemente vimos al Perú más vistoso–, pero sí un gran motivador. Roberto Chale lo recuerda así: “‘Didí’ no era estratega, pero nos decía que éramos los mejores futbolistas del mundo y le creíamos”. Si clasificamos a México 70 esa tarde en la Bombonera, fue, en parte, por dos momentos pensados por él. Primero: antes de saltar al campo, llevó a los jugadores a un costado y sacó un frasco lleno de huayruros. “Con esto nunca he perdido”, dijo. “Hicimos un puño alrededor de las semillas y nos arengamos”, contó Chumpitaz. Segundo: pidió que le dieran una tijera a ‘Perico’ León, quien desgarró su short. “Si en los primeros 20 minutos el partido está complicado, te lo rompes y te lo sacas. Así enfriamos el juego”. Sucedió tal cual. ‘Didí’ también fue el único que confió en Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez, lo que nos lleva a hablar del siguiente protagonista de este relato.

-EL VELOCISTA IMPERFECTO- 
No iba a jugar. El dueño de la posición de puntero derecho era Alberto Gallardo. Pero ‘Didí’ ya había visto en él un potencial. El tipo era rápido, imparable, pero tenía un problema: no sabía definir. “En una concentración, se me acercó y me dijo que tenía que aprender a definir. Me mostró algunos movimientos en el área y en ese momento mi carrera cambió”. Si a un jugador que hace 100 metros en 10 segundos le enseñas a meter goles, tienes a disposición un delantero peligrosísimo. El ‘Jet’, como le decían a Gallardo, se lesionó y Ramírez, con solo 22 años, fue el elegido para reemplazarlo. Los hinchas argentinos que vieron el 2-2 todavía se acuerdan de los piques de ‘Cachito’ en la Bombonera. Ni qué decir de sus goles.

En uno de sus tantos sprints indetenibles, Ramírez deja a Gallo en el camino y se encuentra con el portero Cejas. Corría el minuto 64 y se acordó de las lecciones de Didí. Eludió al guardameta con un amague y remató cruzado. Como dijo Peredo: “Es la locura en la cancha”. Perú se adelantó en el marcador. Ya se podía oler lo que sucedería después: Argentina quedaría eliminada del mundial. Algo que nunca antes sucedió y hay pocas posibilidades de que se repita. ‘Cachito’ volvió a anotar en el minuto 83, dejando así su nombre grabado en los libros de historia.

-UN MAESTRO DE LA DISTRACCIÓN-
Cuando el partido estaba picante, con opciones para ambos equipos, Roberto Chale no tuvo mejor idea que ‘sacar de partido’ –como se dice coloquialmente– a los argentinos. Quería desconcentrarlos, provocar su peor lado, que se olvidaran de la pelota y se sintieran frustrados. Juan Carlos Rulli fue su víctima. Faltando minutos para que finalizara el primer tiempo, Chale tomó el balón con sus dos manos y lo golpeó contra la cabeza del volante local. No fue un trompazo, pero generó indignación en la cancha y la tribuna. Por poco y el césped de la Bombonera se convierte en un ring de boxeo.

“En un lateral, Rulli me dio una patadita, pero por amistad. Yo le devolví el favor con la pelota en la cabeza. También le dije: ‘No pueden con nosotros: en el segundo tiempo les damos’”. Así fue. Un detalle no menor: el árbitro chileno –Hormazábal– anuló un gol de Brindisi en los segundos finales, impidiendo así el 3-2. Perú clasificó al mundial. El primero por méritos propios. El Jorge Chávez nunca estuvo tan lleno como cuando ellos regresaron. //

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