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Algunos de los diseñadores más talentosos de nuestro país se sentaron durante cuatro meses en una mesa larga para pensar en el Perú y los 200 años de su independencia. Menuda tarea la que ellos mismos se habían encomendado: englobar, en una imagen, lo que ha significado este hermoso y complejo proceso histórico y social, quiénes somos ahora y lo que como paisanos unidos proyectamos hacia adelante. Todos ellos pertenecían a distintos estudios, pero congregados en ADÑ, la asociación de empresas de diseño del Perú, habían decidido servir a la patria desde su trinchera. Entonces juntos como hermanos, fieles a una idea, se fajaron pro bono dejando cualquier atisbo de competencia de lado. Y así, varias ideas, investigaciones, lentes con marcos de colores, Macs y cafés después, concibieron tres propuestas.

La primera propuesta se llama “Uniendo al Perú”. Lo que intenta comunicar es precisamente eso. Lo ha de notar por la suerte de ‘brazitos’ entrelazados. Por la idea del vínculo. El codo a codo. El segundo concepto, “Visión de futuro”, es un sol que nace de una forma básica: el ojo del inca. Representa la mirada desde nuestro origen hacia un futuro radiante, ágil, íntegro, comprometido. El tercero, en tanto, se observa en dos esquinas del ficticio billete conmemorativo de la parte de arriba. A ese se le ha denominado “Lo ancestral y el Perú de hoy” y asemeja unas culebrillas, que no son tales. Si mira bien, se lee el guarismo ‘200’. Y está inspirado, cómo no, en nuestra iconografía antigua. 

Claudia Boggio encabeza el gremio formado hace tres años con el fin de poner en valor el trabajo del diseñador peruano, ello a través de la realización de proyectos en común en los que con su experiencia se puedan hacer aportes a la sociedad. “Tenemos actividad continua. Además de trabajar con empresas privadas, hemos realizado talleres, festivales y muestras para preparar mejor a los profesionales del rubro”, dice ella. 

Roni Heredia, también miembro de ADÑ, explica sobre el proyecto Identidad, relacionado con el bicentenario: “La idea de hacer esto surgió en junio del 2016. La intención era ofrecerle al Estado nuestro trabajo, sin cobrar, y así concebir la identidad visual de la efeméride. Ello con todos los niveles de calidad requeridos”. Esto materializado en las tres propuestas, continúa, implicó un proceso de investigación y planeamiento. Hicieron, por ejemplo, auditorías de marcas de bicentenarios de otros países y reflexiones sobre nuestra identidad, entre otras acciones. Se pensó también en la aplicación de estos motivos en papelería, cartelería, páginas webs, billetes, estampillas, souvenirs y demás.  

“Lo hicimos con la mejor voluntad, pero lamentablemente sabemos de forma extraoficial que las propuestas no se tomarán en cuenta por el Ministerio de Cultura. La elección de la identidad visual se hará por concurso público”, detalla Boggio. Como se sabe, esto último fue anunciado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski en julio del 2017, meses después de terminado el trabajo de ADÑ.

“Nosotros hemos decidido no participar en él porque no estamos de acuerdo con que se haga de esa manera. Pensamos que profesionales del diseño deberían estar detrás de este trabajo de tanta trascendencia e incluso difusión internacional. La identidad visual de un hecho así requiere oficio. Si el Estado no desea utilizar las propuestas, igual queremos mostrar al mundo la visión que tiene ADÑ de cómo queremos ser representados”, indica Boggio. 

Ambos señalan, asimismo, que la asociación no tendría problema en colaborar con Cultura si esta es convocada para asesoría o como jurados. Ello siempre y cuando el concurso público se haga, aunque sea, entre todos los diseñadores del país y no entre personas sin experiencia. 

Mientras, ya piensan en un segundo proyecto ad honorem: crear la identidad visual de la reconstrucción del país a causa de la lluvias. Y también en crecer como grupo. En enero lanzarán una convocatoria para que otras empresas de diseño se sumen a ellos. Estén atentos a su web: www.asociacionadn.pe. 

Lo que dice cultura
Somos consultó al Ministerio de Cultura sobre el tema y desde ahí se confirmó la organización de un concurso abierto a la ciudadanía para obtener el logotipo e identidad visual que acompañarán las actividades por el bicentenario. El objetivo, indicaron, es abrir espacios de participación ciudadana que convoquen actores de diverso origen para enriquecer el proceso de selección gráfica. Para asegurar que el resultado del concurso sea un producto óptimo, aseguraron, se están diseñando las bases, que no dejarán de ser rigurosas. Tanto estas como los integrantes del jurado se harán públicos próximamente.

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