Brasil comenzó a impulsar medidas singulares ante los reportes de espionaje estadounidense por internet, como la creación un sistema nacional de correo electrónico que compita con gigantes como Gmail y tener más reserva en las comunicaciones oficiales.

El proyecto del email antifisgones a cargo del servicio estatal de Correos o la idea de crear una intranet para intercambios sensibles del gobierno responden a informes de prensa que afirman que Washington espió actividades digitales de brasileños, incluida la presidenta Dilma Rousseff.

Revelada por la cadena de TV Globo, la noticia del monitoreo digital de comunicaciones de Rousseff y sus principales colaboradores por parte de la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) irritó al gobierno brasileño, que el lunes exigió una respuesta escrita a Washington.

Paralelamente, las autoridades brasileñas han abierto una suerte de tormenta de ideas y proyectos para mejorar la seguridad en internet y hasta evalúan exigir a sitios extranjeros como Facebook que guarden en el país los datos de clientes locales.

Sin embargo, algunas de las propuestas barajadas implican tareas arduas y carecen de garantía de éxito, advierten expertos.

En un país como Brasil, donde la propia presidenta suele usar un teléfono celular común para hablar con sus ministros, la seguridad en internet se ha vuelto un desafío peculiar.

UN EMAIL BRASILEÑO El objetivo de crear un sistema nacional de correo electrónico alternativo a los extranjeros como Gmail y Hotmail para la segunda mitad de 2014 fue anunciado esta semana por el ministro brasileño de Comunicaciones, Paulo Bernardo.

El email brasileño tendrá una criptografía que resguarde mejor la privacidad de los usuarios que se comuniquen entre ellos usando el sistema, adelantó Bernardo en declaraciones publicadas el lunes por el diario Folha de Sao Paulo.

La idea surgió después que el extécnico de inteligencia estadounidense Edward Snowden filtrara a la prensa documentos secretos de la NSA según los cuales compañías de internet en su país brindan datos de sus clientes al gobierno.

Es preciso estimular un servicio de email más seguro, sostuvo Bernardo.

Los especialistas creen que desarrollar un sistema brasileño de correo electrónico es técnicamente posible, pero señalan que la criptografía está lejos de garantizar confidencialidad absoluta y el proyecto tendrá otros retos.

Es muy difícil saber a priori si va a funcionar o no, opinó André Santos, director del centro de informática de la Universidad Federal de Pernambuco.

Va a depender mucho de la calidad y confiabilidad del sistema que sea hecho, agregó.

Raimundo Macêdo, profesor del departamento de ciencia de la computación en la Universidad Federal de Bahía, dijo que no es un asunto fácil de ser resuelto sin un análisis amplio.

Habrá muchos aspectos, tanto del modelo de negocio como de la parte jurídica, que van a tener que ser discutidos, agregó, y citó como ejemplo la integración que el sistema tendrá con plataformas ya existentes.

EL CELULAR DE ROUSSEFF La presidencia brasileña también quiere establecer cambios legales en el país que incluyan la posibilidad de suspender la actividad de empresas que colaboren con programas de espionaje del exterior, informó el diario O Estado de S. Paulo este martes.

Agregó que el asunto se analizó en un encuentro de emergencia que Rousseff tuvo el lunes con ministros, en el que planteó construir una red interna de comunicación gubernamental en áreas como Presidencia, Defensa o Relaciones Exteriores.

El ministro Bernardo, que participó de ese encuentro, indicó que el objetivo sería establecer protocolos más seguros de intercambio de información en un gobierno donde algunos miembros usan servicios comunes de correo electrónico.

Hay gente que manda e-mail por Gmail, con copia para (el presidente estadounidense, Barack) Obama, comentó Bernardo al periódico.

El ministro admitió en una reunión en el Senado en julio, cuando surgían los primeros reportes de espionaje estadounidense en Brasil, que Rousseff hablaba con colaboradores por su celular, en vez de usar la red de teléfonos criptografiados que tiene el gobierno.

Pero agregó que la presidenta evitaba hablar de temas reservados por teléfono.

El diario O Globo informó este martes que Rousseff también usa poco el correo electrónico para dirigirse a sus ministros y que en su despacho fue vedado el ingreso con celular, por motivos de seguridad y para evitar interrupciones.

CABLES Y SATÉLITES Brasil anunció que buscará mejorar la seguridad de sus comunicaciones con la construcción de un satélite de uso civil y militar, tarea adjudicada a un grupo franco-italiano a un costo de US$400 millones.

El general Sinclair Mayer, jefe de ciencia y tecnología del Ejército brasileño, informó en agosto a legisladores sobre un proyecto para tender cables submarinos de internet que unan al país con Europa y África.

El objetivo sería disminuir el tráfico internacional de comunicación que pasa por Estados Unidos.

El hecho de que Brasil hospede varios cables submarinos importantes de fibra óptica importantes para telecomunicaciones internacionales es, según expertos, uno de los motivos por los cuales Washington puede estar interesado en espiar en el país.

El gobierno brasileño prepara además un proyecto de ley sobre protección de datos personales como tienen decenas de países, incluidos algunos de América Latina.

En paralelo, el Congreso discute un marco civil de internet que, entre otras cosas, podría exigir a sitios extranjeros como Facebook o Google almacenar en Brasil los datos de usuarios locales, algo que el gobierno ha calificado como tema de soberanía nacional.