Las camas de bronceado usadas en lugares bajo techo podrían llevar en adelante advertencias sobre posible riesgo de cáncer y estarían bajo una inspección federal más drástica de Estados Unidos.
La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) ha regulado el uso de las camas de bronceado y lámparas de sol durante más de 30 años, pero de acuerdo con una propuesta de las autoridades sanitarias, la agencia señala por primera vez que esos artefactos no deberían ser usados por personas menores de 18 años.
La FDA desea que se coloque esa advertencia en folletos, catálogos y en los sitios de Internet que promueven el bronceado en cámaras bajo techo. Los reguladores también proponen que los fabricantes cumplan con ciertos requisitos de seguridad y diseño, que incluirían alarmas de tiempo de uso y el nivel de radiación emitida.
La acción del gobierno tiene por objeto reducir los casos de melanoma, que es el tipo más mortífero del cáncer de piel y que ha estado en ascenso en los últimos 30 años. Aproximadamente unos 2,3 millones de adolescentes estadounidenses se broncean en cámaras bajo techo y el melanoma se ha convertido en segundo tipo de cáncer más frecuente entre los jóvenes, informó la Academia de Dermatología de Estados Unidos.
Estudios recientes han demostrado que el riesgo del melanoma es 75% más alto entre las personas que están expuestas a la radiación ultravioleta del bronceado bajo techo. Aunque la mayoría de los casos se diagnostican en las personas mayores de 40 años, el mal está vinculado con la exposición a la luz del Sol a temprana edad.
Grupos de médicos han instado desde hace varios años al gobierno estadounidense para que tomara medidas sobre las camas de bronceado, subrayando el aumento del número de casos de cáncer de piel entre las personas adolescentes y de veintitantos.
MENORES DE EDAD Un estudio realizado en Misurí a principio de este año en los salones de bronceado estableció que un 65% de los 250 negocios encuestados aceptaba a niños de 10 y 12 años, a menudo sin autorización de sus padres. El estudio fue realizado por los dermatólogos de la Escuela de Medicina de la Universidad Washington, en San Luis.
Llamadas telefónicas a la Asociación de Bronceado Bajo Techo efectuadas el lunes por la tarde no fueron respondidas de inmediato.