Expertos chinos clonaron una oveja genéticamente modificada que contiene un tipo de grasa buena hallada naturalmente en nueces, semillas, pescado y vegetales de hoja verde que ayuda a reducir el riesgo de infartos y enfermedad cardiovascular.

Peng Peng, que tiene un gen de nematodo (conocido como gusano) que produce la grasa buena, pesó 5,74 kilogramos cuando nació el 26 de marzo en un laboratorio en la región de Xinjiang, en el oeste de China.

Está creciendo muy bien y muy saludable, como una oveja normal, dijo a Reuters el científico jefe, Du Yutao, del Instituto de Genómica de Beijing, en Shenzhen, en el sur de China.

Du y sus colegas insertaron el gen que está vinculado con la producción de ácidos grasos poliinsaturados en una célula donante tomada de la oreja de una oveja merina china.

La célula se insertó luego en un óvulo no fertilizado y fue implantada en el útero de la oveja receptora.

El gen era originalmente de la (especie) C. elegans, que ha mostrado (en estudios previos) que incrementa los ácidos grasos insaturados que son muy buenos para la salud humana, dijo Du.

China, que tiene que alimentar al 22% de la población mundial pero solo posee un 7% de la tierra cultivable del mundo, ha destinado muchos recursos en los últimos años a incrementar la producción de cereales, carne y otros productos cárnicos.

Sin embargo, existe preocupación por la seguridad de los alimentos modificados genéticamente y llevará varios años antes de que la carne de animales transgénicos de este tipo llegue a los mercados de comida chinos.

El Gobierno chino alienta los proyectos transgénicos, pero necesitamos tener métodos mejores y resultados que demuestren que las plantas y animales transgénicos son inocuos y seguros para el consumo, que es crucial, dijo Du.

Estados Unidos es líder mundial en la producción de cultivos transgénicos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) aprobó ya la venta de alimentos de clones y su descendencia, alegando que los productos no se distinguían de los de animales no clonados.

El salmón atlántico modificado, patentado por la firma biotecnológica estadounidense AquaBounty, crece al parecer al doble de velocidad que el pescado normal y podría ser aprobado por los reguladores estadounidenses antes del verano.

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