EL COMERCIO

Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve (EE.UU.) desarrolló una técnica que convierte directamente a las células de la piel en el tipo de células cerebrales que se destruyen en pacientes con esclerosis múltiple, parálisis cerebral y otros trastornos de la mielina.

La mielina es la capa aislante que se forma alrededor de los nervios, y está compuesta de proteína y sustancias grasas.

Este avance permite la producción “a pedido” de células mielinizantes. Estas proporcionan una envoltura vital de aislamiento que protege a las neuronas y permite la entrega de los impulsos del cerebro al resto del cuerpo.

En los pacientes con esclerosis múltiple, parálisis cerebral y trastornos genéticos raros –llamados leucodistrofias– las células mielinizantes son destruidas y no pueden ser reemplazadas.

De acuerdo con el estudio publicado en la revista Nature Biotechnology, la nueva técnica implica directamente la conversión de fibroblastos –un tipo de célula estructural presente en la piel y la mayoría de órganos– en oligodendrocitos, o células responsables de la mielinización de las neuronas del cerebro.

La prueba se realizó en células cerebrales de ratones. En un proceso denominado reprogramación celular, los investigadores manipularon los niveles de tres proteínas de origen natural para inducir a los fibroblastos a convertirse en precursores de oligodendrocitos, llamadas células progenitoras de oligodendrocitos (OPC).

Cuando los oligodendrocitos están dañados o se vuelven disfuncionales en las enfermedades mielinizantes, el recubrimiento aislante de mielina en los nervios se pierde. La única cura es que la capa de mielina sea regenerada por otros oligodendrocitos.

La única manera de obtener OPC y oligodendrocitos era, hasta ahora, a partir de tejido fetal o de células madre pluripotentes (que pueden convertirse en células de cualquier tipo). Estas técnicas han sido de gran valor, pero siempre con limitaciones.

El equipo de Paul Tesar, autor principal del estudio, logró miles de millones de células generadas rápidamente a partir de estas OPC inducidas (iOPC). Pero lo más importante fue que estas iOPC podrían regenerar nuevos recubrimientos de mielina alrededor de los nervios después de ser trasplantado a ratones.

“El campo de reparación de la mielina se ha visto obstaculizado por la incapacidad de generar rápidamente fuentes seguras y eficaces de oligodendrocitos funcionales”, explicó el doctor Robert Miller, coautor y experto en mielina.

El siguiente paso es crítico para demostrar la viabilidad y la seguridad de uso de las células humanas en un entorno de laboratorio. Si tiene éxito, la técnica podría tener una aplicación terapéutica extendida a los trastornos de la mielina humana.

“El avance de la biología de células madre está proporcionando oportunidades para la traducción clínica que hace una década no habría sido posible. Es un gran avance”, resaltó el doctor Stanton Gerson, director del Centro Nacional de Medicina Regenerativa.