El mapa moderno ya no es una publicación impresa difícil de manejar sino algo digital, rico en datos y dinámico.

Es así, que está transformando la manera en la que interactuamos con el mundo que nos rodea.

Gracias a la navegación por satélite, teléfonos inteligentes con GPS, redes sociales y la tecnología de visualización 3D, los mapas se están convirtiendo en algo casi ilimitado en cuanto a su funcionalidad, y capaz de incorporar actualizaciones en tiempo real.

La tecnología de pantalla LED avanzada y los smartphones equipados con proyectores van a transformar la manera en la que interactuamos con los mapas, dice Ian White , fundador y director ejecutivo de Urbanmapping.com, un proveedor de geo servicios con sede en San Francisco, Estados Unidos.

Por ejemplo, los turistas podrán planear sus visitas utilizando sus teléfonos para proyectar un mapa en 3D sobre una pared, que podrán manipular de forma remota con las manos, añadiendo capas de información como puntos de referencia, restaurantes, recomendaciones de amigos, así como enlaces y horarios de transporte.

Pronto, puede que no sólo visualicemos los mapas, afirma John Goodwin, científico principal en Ordnance Survey (OS), organismo cartográfico independiente del gobierno británico.

Podrán hablar con nosotros. Las palabras son a veces mejor que las imágenes, sobre todo si uno no quiere detenerse a mirar su teléfono inteligente.

Según el experto, como en la actualidad los mapas digitales pueden vincularse a un número casi infinito de datos, los mapas van a ser cada vez más personalizados.

Pescadores y ciclistas, por ejemplo, podrán añadir la información que sea más relevante para ellos, dice.

MAPAS SOCIALES Pero la ubicación geográfica no sólo nos ayuda a saber dónde estamos y señalar los puntos de interés, también puede mostrarnos donde se encuentran otras personas y lo que ellas piensan que es interesante y últil. Los mapas se están convirtiendo en algo social.

La empresa israelí Waze, comprada por Google en junio, está incorporando actualizaciones en vivo de su comunidad de usuarios para dar a los viajeros consejos sobre cómo evitar atascos y obras viales. El tradicional mapa estático de dos dimenensiones se ha convertido en uno de 4D que se actualiza en tiempo real.

Mientras la persona conduce, el teléfono inteligente con GPS muestra donde se encuentran todos los otros conductores Waze.

El conductor, también recibe alertas en tiempo real de los otros conductores para que pueda disfrutar de un viaje menos frustrante como resultado.

Otras aplicaciones similares como FourSquare, Tinder y Here On Biz también incorporan cartografía de algún tipo.

Por supuesto, el sistema funciona mejor cuanta más gente participa, y aunque, a menudo, los datos no pueden ser verificados de forma independiente, este tipo de servicios puede mejorar la exactitud de los mapas para el beneficio de todos.

DATOS BASURA Se estima que el mercado mundial de geo servicios está valorado entre US$156.000 millones y US$283.000 millones al año, cuatro veces el tamaño de la industria del videojuego .

Alrededor del 90% del negocio de Ordnance Survey es ahora digital, a pesar de que todavía vende 2,5 millones de mapas de papel al año.

Pero la explosión de la información digital, de la que, según el Centro Bartlett para el Análisis Espacial Avanzado del University College de Londres, el 90% se ha creado en los últimos dos años, presenta sus propios desafíos.

Los múltiples datos ofrecen múltiples posibilidades, dice Ian White. Pero el secreto del que nadie habla es que muchos de estos datos son basura. Los gobiernos se apresuran a introducir los datos sin comprobar su exactitud.

La información necesita ser controlada.

Y, si bien, la proliferación de datos y nuevas tecnologías de interacción están enriqueciendo los mapas y haciéndolos más dinámicos y envolventes, todavía hay un hilo conductor que les une a todos ellos a través de la historia: la ubicación.

Siempre necesitaremos saber dónde estamos en el mundo.

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