Semanalmente, la revista BBC Focus resuelve algunas dudas de sus lectores. A continuación, una selección de sus respuestas para curiosos.
¿Cómo sabemos qué temperatura tiene el Sol? La temperatura del Sol es de 5.500ºC. Hay varias maneras de medir su temperatura. Una es medir la cantidad de radiación que llega a la Tierra y usar la distancia y el tamaño del Sol para hacer el cálculo.
Pero el método más preciso se basa en el hecho de que los elementos en la atmósfera solar absorben radiación. Qué ondas y cuánto de ellas absorben estos elementos depende de la temperatura.
Las temperaturas en el centro del Sol pueden calcularse usando nuestro conocimiento de física nuclear. ¡Allí adentro, las temperaturas son de 15,7 millones de grados centígrados!
¿Por qué no perdemos el foco en la mirada al caminar? Los ojos están conectados por una serie de nervios reflejos a los órganos sensoriales del oído interno y a los receptores flexibles de los músculos del cuello.
Cuando uno mueve la cabeza, los ojos compensan el movimiento automáticamente moviéndose en la dirección contraria.
Esto sucede incluso en plena oscuridad.
Este reflejo vestíbulo-ocular ayuda a estabilizar el campo visual.
También existe algo llamado reflejo optocinético que hace que nuestros ojos se fijen en un sujeto en movimiento y lo sigan por un tiempo antes de regresar al centro.
¿Por qué tenemos líneas en la palma de la mano? Las tenemos para poder doblar la mano en un puño o para hacer otras formas más complejas sin que la piel se estire demasiado y sin que nos quede bolsas colgantes de piel.
Esas líneas se llaman pliegues de flexión palmar y se desarrollan antes del nacimiento.
La mayoría de la gente tiene dos líneas principales en la palma pero algunos pero hay quienes tienen una línea sola. Podemos heredar esta línea en una o en las dos manos.
La quiromancía dice que las líneas revelan el perfil psicológico y fisiológico de la persona, pero no hay evidencia de que sea cierto.
¿Es cierto que hay que matar de hambre a la fiebre y alimentar a la gripe? El consejo nos ha acompañado desde 1574, cuando el lexicógrafo inglés John Withals escribió que ayunar es un excelente remedio para la fiebre
Se pensaba que la fiebre era un síntoma de un metabolismo hiperactivo, así que comer exacerbaría el problema, pero que la gripe era el resultado de que el cuerpo se había enfriado mucho.
Ninguna de estas aseveraciones es cierta.
No obstante, en un estudio hecho en 2002 en el Centro Médico Académico de Ámsterdam se observó que ayunar estimula la respuesta inmunológica que ataca a las infecciones producidas por bacterias, que a menudo causan fiebre, mientras que comer estimula a las células T que atacan a las células infectadas con virus, como el de la gripe.