Cuatro hackers británicos, quienes formaban parte del grupo internacional LulzSec, fueron condenados por una serie de sofisticados ciberataques contra organizaciones y empresas, incluyendo la CIA, Sony y Nintendo.
Las penas de prisión otorgadas por un tribunal británico van desde los 20 hasta los 32 meses. Los piratas informáticos colocaron información robada en su sitio web y dejaron a millones de personas expuestas ante criminales.
Los condenados del grupo vivían en lugares distantes entre sí como como Londres y las Islas Shetland y no se conocen en persona.
LulzSec es una organización escindida del colectivo de hackers Anonymous.