El dilema de creer todo lo que hallamos en línea

Ya van a ser 20 aos desde que era comn encontrar en nuestros correos electrnicos mensajes de Ebrahim Sido, del Banco de Desarrollo Africano. El ejecutivo nos iba a transferir US$10,5 millones, pertenecientes a una persona que haba fallecido recientemente con toda su familia. El banco haba descubierto que el destinatario del correo era la persona ms cercana a la familia fallecida. Claro, para recibir la fortuna haba que depositar por adelantado una suma de dinero ridcula en comparacin a la que recibira.

Esto se conoce como la estafa nigeriana en Internet. Haciendo un breve ejercicio mental, nos podamos dar cuenta de lo absurda de la propuesta y que, a todas luces, se trataba de un timo.

Pero por qu a inicios de este siglo podamos reconocer claramente un engao en Internet y casi dos dcadas despus parece una tarea casi imposible de realizar? Por qu seguimos compartiendo absurdas cadenas en WhatsApp? Por qu nos cuesta mucho identificar una noticia falsa?

Para muchas personas, Internet se convirti en su nica fuente de informacin, desplazando a los medios tradicionales. Nos hemos acostumbrado a quedarnos con los 200 primeros caracteres de una noticia. Lo que encontramos lo convertimos en una sentencia, comenta Csar Mauricio, autor del blog Pap Digital en la web de El Comercio.

En el caso de las noticias, los medios de comunicacin han perdido la novedad o la primicia, seala por su parte Juan Carlos Lujn, profesor de Nuevos Medios y Nuevas Tendencias en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) y consultor en comunicacin digital. En lo digital, todos compiten por la atencin, y hay usuarios que consideran que todo lo que aparece en la pantalla de una computadora o un celular debe tener credibilidad, agrega.

Por suerte es una situacin que ha sido puesta en evidencia, y servicios como Facebook y Google han empezado a luchar frente a las noticias falsas o fake news. En el caso de las cadenas que se distribuyen por WhatsApp, esos mensajes suelen venir de nuestros contactos, que son gente de nuestra confianza. Adems, los mensajes suelen ser verosmiles. El problema es que nadie contrasta la informacin, recalca Augusto Ayesta, consultor en comunicacin digital.

Una amenaza real?

En los ltimos das, otra situacin ligada a las redes sociales ha captado la atencin de la opinin pblica. Se trata de La Ballena Azul, un juego creado en Rusia el ao pasado. Consta de 50 retos que el jugador (generalmente nio o adolescente) debe cumplir. El reto final es quitarse la vida. A travs de redes sociales ha llegado a esta parte del mundo.

Las autoridades, medios de comunicacin y pblico entraron en alerta. Se relacionaron suicidios o tentativas con el juego. Sin embargo, en muy pocos de esos casos se encontr alguna conexin.

Lo realmente peligroso de La Ballena Azul ha sido el tratamiento de la informacin, ms que el mismo juego. Muchos medios solo copiaron informacin de Rusia sobre el tema, sin cruzar datos, y luego trataron de vincularla con casos locales con titulares grandilocuentes. Eso solo ha servido para darle ideas a los chicos que tienen problemas para encontrar un camino, reflexiona Christian Espinosa, director del sitio Cobertura Digital.

No es el primer juego. Ya pasamos por Pregntale a Charlie y las Creepy Pastas. Ms all de culpar al medio, la crtica es para los padres. No le pueden dar la espalda a la tecnologa. Debemos dialogar siempre con los hijos sobre lo bueno y malo en lnea, subraya Csar Mauricio.

La cifra

31 tuits conteniendo fake news fueron enviados por el presidente de EE.UU. Donald Trump desde el 20 de enero.

Ms datos

La ms reciente cadena Tras la cada mundial del servicio de WhatsApp, empez a circular una cadena (en texto y en audio). En ella un supuesto ejecutivo pide a los usuarios reenviar un mensaje para mantener una de las 500 cuentas de WhatsApp que supuestamente quedaran activas en el mundo.

Semforo de noticias Google ha puesto en marcha un sistema que permite avisar a los usuarios si es que los enlaces de su buscador contienen informacin real o de dudosa procedencia.