Los drones no son solo cosa de juego
Los drones no son solo cosa de juego

Los tienen un origen militar, y fue este sector el que se encargó de su desarrollo, especialmente desde finales del siglo pasado.

Pero el avance de la tecnología ha permitido que su uso se diversifique. La Administración Federal Aérea (FAA) de EE.UU. señaló que durante la Navidad del 2015 se vendió cerca de un millón de drones pequeños para uso civil.

 

 

Aunque en el Perú también son cada vez más frecuentes en casas comerciales, el uso de estos vehículos no es nuevo y no se restringe a la recreación. A continuación repasaremos casos en los que los drones son una herramienta valiosa para diversas actividades en nuestro país.


MONITOREO, SUPERVISIÓN Y PRECISIÓN

El Instituto Geofísico del Perú (IGP) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y Ciencia Internacional han desarrollado un sistema de monitoreo de volcanes usando drones. El IGP cuenta con un sistema de sismómetros para monitorear el volcán Ubinas (Moquegua), el más activo del país y que en los últimos meses viene erupcionando.

Sin embargo, hacía falta una evaluación visual de la actividad del volcán. El proyecto de estas instituciones ganó el financiamiento del programa Innóvate Perú, del Ministerio de la Producción, para utilizar estos vehículos en recorridos en las inmediaciones de la caldera del volcán, con cámaras ópticas e infrarrojas, así como sensores de gas para obtener una evaluación de alerta temprana y evacuaciones, así como datos sobre las emisiones, ceniza, temperatura y composición de flujos.

En arqueología y conservación, la PUCP está usando equipos de última generación para el registro, diagnóstico y conservación del patrimonio. Han adquirido un sistema de georradar, tres de última generación, un sistema de adquisición para trabajos de monitoreo de vibraciones y deformaciones, y un sistema óptico para levantamiento y modelamiento tridimensional.

Uno de los drones es octacóptero y tiene una cámara de 24 megapíxeles, mientras que los otros dos son cuadricópteros con cámaras de 12 megapíxeles. Con estos se toman imágenes aéreas para generar modelos de las estructuras a monitorear.

Los también se están usando en la agricultura de precisión, en donde la tecnología es clave para cultivos más eficientes y tener mejores resultados.

Mientras la PUCP y el Centro Internacional de la Papa (CIP) están utilizando con éxito un sistema basado en drones en cultivos de papa, camote, olivo y caña de azúcar en Cañete, Paramonga y La Molina, empresas como Spacedat usan cámaras infrarrojas para determinar la cantidad de clorofila en las plantaciones y obtener diagnósticos detallados.


UNA HERRAMIENTA CONTRA LA INSEGURIDAD

El uso de drones para la vigilancia aérea es utilizado por muchas empresas de seguridad. “Reduce el número de efectivos para resguardar una zona”, indica Jorge García Torres, gerente de Innovación y Tecnología de Securitas.

Una de las principales ventajas del uso de drones es la posibilidad de acceder a zonas complicadas, ya sea por la falta de rutas o por la peligrosidad de la zona.

Para las labores de videovigilancia, los pueden utilizar distintos tipos de cámara: de muy alta resolución, de gran alcance, de visión en poca luz, y si es necesario, pueden ser térmicas o termográficas. Es importante que sean de poco peso y que puedan soportar las condiciones de vuelo.

La regulación vigente obliga a quien opera un dron a contar con una licencia otorgada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). 

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