JAIME CORDERO Enviado especial a Dinamarca
Copenhague. La diabetes está creciendo en el mundo a pasos agigantados, al punto de ya haberse convertido en una pandemia. Actualmente hay 371 millones de diabéticos en el mundo y para el 2030 se estima que la cifra llegará a 552 millones. Peor todavía, solamente la mitad de los enfermos son conscientes de su condición y de ellos, solo la mitad recibe tratamiento para un mal que, si bien no puede curarse, sí puede ser controlado en gran medida. El Comercio visitó el Steno Diabetes Center de Copenhague, Dinamarca, uno de los centros más avanzados en el tratamiento de este mal en el mundo. El doctor John J. Nolan, su director y CEO ofrece una mirada panorámica de la problemática actual y enfatiza la necesidad de la detección temprana.
¿Cuál es el avance más recomendable en el tratamiento de la diabetes en los últimos años? Ha habido varios. En el área de la diabetes tipo 2 [no insulinodependiente] hemos tenido importantes desarrollos de varios fármacos que dan a los médicos más herramientas para tratar a los pacientes. Para la diabetes de tipo 1 tenemos el desarrollo de nuevas insulinas, que actúan durante más tiempo y son más estables. También están por venir insulinas que actúan más rápido. Eso es muy importante para el cuidado de los pacientes.
Ahora, su principal desafío es tratar de prevenir la diabetes. ¿Cuál es el mejor método para tratar de detener la enfermedad antes de que se desarrolle? No conozco a ciencia cierta la respuesta. Creo que es una combinación de cosas. Tenemos que crear una mejor conciencia en la gente, de modo que quienes tienen algún riesgo de diabetes puedan ser encontrados y diagnosticados. También trabajar en educación, de forma que en el trabajo, en casa o en la escuela puedan detectarse los síntomas tempranos. Luego, el acceso a pruebas simples de detección es muy importante. No es necesario chequear a toda la población pero sí a la gente de alto riesgo: personas con historial familiar de diabetes, con mucho sobrepeso, presión alta u otras condiciones. Parte de la investigación actual se orienta a buscar formas sencillas de chequear a la gente.
Si alguien tiene sobrepeso, ¿ya está predispuesto a desarrollar diabetes? Sí. Depende mucho de cuánto sobrepeso tenga. Un leve exceso puede que no sea suficiente. Otros factores importantes son la edad y la historia familiar. Si tiene sobrepeso, más de 40 años y un familiar diabético (puede ser un primo o un tío), entonces debe chequearse.
¿Resulta complicado cambiar el estilo de vida para controlar la diabetes? Sí lo es. No pienso que sea fácil para nada. Los hábitos son difíciles de cambiar. Hay importantes estudios sobre cómo se puede prevenir la diabetes cambiando el estilo de vida, pero generalmente son grandes investigaciones acompañadas de gran inversiones, apoyo y mucha educación. El mundo real es más difícil. A la gente no le gusta cambiar.
¿Es posible revertir la diabetes solamente cambiando el estilo de vida? Si tienes pre-diabetes, es posible, hay una oportunidad de volver las cosas a la normalidad. Si eres detectado en una fase temprana, también un cambio en los hábitos puede hacer una gran diferencia. En ese caso no se puede revertir del todo, pero se puede estabilizar mucho y eso también es importante.
¿Cuál es la primera alerta de que puedo tener diabetes o debo chequearme? A veces es una cosa muy sencilla, como un cansancio atípico. Pero los síntomas habituales son una sed inusual o una necesidad de orinar con mucha frecuencia, sobre todo por las noches. Sin embargo, hay veces que no es fácil de detectar.
¿Por cuánto tiempo se puede tener diabetes sin ningún síntoma? Puedes tener esos síntomas leves durante un par de años, y la enfermedad se desarrolla a escondidas. Y uno puede seguir comiendo y viviendo normalmente ese tiempo. Eso es en el caso de la diabetes tipo 2. La diabetes insulinodependiente tiende a ser muy dramática: el pacientes se pone muy sediente, orina mucho, pierde mucho peso y luego se enferma mucho.
Hay gente que piensa que una vez que le han diagnosticado diabetes su vida está a punto de acabarse. ¿Qué tan cierto es eso? No es cierto para nada. Si se diagnostica y trata adecuadamente, un diabético puede tener una vida muy cercana a la normalidad. Ese es un mensaje muy importante. No hay que tener miedo.
¿Se puede comer un pastel o cosa con azúcar siendo diabético? Sí, se puede. El diabético tiene que aprender a controlar sus elecciones. Alguna vez podrá comer una torta, pero en otras tendrá que pasar. Tiene que tener balance, pero de cualquier forma el balance es parte de la vida.
¿Y puede beber alcohol? Beber está bien, pero hay que tener cuidado con la cantidad de calorías que se ingiere. El alcohol contiene tiene mucha carga calórica y frecuentemente azúcar, así que un diabético debe tener cuidado con eso.