Documentos filtrados por el ex analista de inteligencia estadounidense, Edward Snowden, sugieren que agencias de seguridad de Estados Unidos y Reino Unido lograron descifrar códigos de encriptación en internet que protegen los correos electrónicos y registros bancarios y médicos de centenares de millones de personas.

Como parte de un programa altamente clasificado de US$250 millones, la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés) habrían decodificado exitosamente gran parte del sistema usado para proteger la privacidad de los datos personales.

Los informes, publicados por The New York Times, The Guardian y ProPublica, alegan que Yahoo y Google se encuentran entre los proveedores que fueron blanco del trabajo de decodificación.

El programa bautizado con el nombre de Bullrun una batalla de la guerra civil estadounidense contó con la colaboración del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico (GCHQ, por sus siglas en inglés).

Las agencias insisten en que la capacidad de descifrar la encriptación es esencial para su labor, pero la periodista de la BBC en Washington, Katy Watson, indica que las más recientes revelaciones continuarán alimentando el debate sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y el derecho a la privacidad.

SUPERCOMPUTADORAS Los informes aseguran que las agencias de inteligencia de Estados Unidos y el Reino Unido se están enfocando en la encriptación utilizada en los teléfonos inteligentes 4G, correo electrónico, compras en línea y redes de comunicaciones empresariales a distancia.

Se cree que bajo el Bullrun, la NSA ha construido poderosas supercomputadoras para tratar de descifrar la tecnología que encripta la información personal, cuando los usuarios inician su sesión en internet para acceder a diferentes servicios.

La NSA también colaboró con empresas de tecnología que no fueron identificadas para construir las llamadas puertas traseras en su software, algo que podría otorgarle al gobierno el acceso a la información, antes de que se encripte y sea enviada a través de internet.

Además de las supercomputadoras, los métodos utilizados incluyen trucos técnicos, órdenes judiciales y persuasión para debilitar las principales herramientas que protegen la privacidad de las comunicaciones diarias, informa The New York Times.

Estados Unidos habría comenzado a invertir miles de millones de dólares en el programa en el año 2000, después de que sus esfuerzos iniciales para instalar una puerta trasera en todos los sistemas de encriptación se vieron frustrados.