Un proyecto del gobierno iraní para crear una red nacional de Internet puede llevar, según algunos analistas, a que el país sea aislado de la red informática mundial.
El plan fue anunciado hace ocho años, cuando asumió como presidente Mahmoud Ahmadinejad, pero en su momento no generó mayor interés.
Ahora la situación es diferente y, cuando faltan menos de dos meses para las elecciones presidenciales, algunos analistas advierten que el proyecto está en un estado tan avanzado que las autoridades podrían sacar a todo el país de la red global.
Las autoridades, por el contrario, dicen que el proyecto mejorará el acceso a Internet y protegerá al país de ciberataques.
Desde 2005, el gobierno ha invertido una buena cantidad en la infraestructura necesaria, desde cables de fibra óptica hasta nuevos centros de datos para que más páginas sean albergadas en el país y no en el extranjero.
EXPLICACIÓN SINIESTRA Cuando Mohamed Soleimani, exministro iraní de Tecnologías de la Información, se quejó la semana pasada de las dificultades que tenía para entrar a internet, estaba expresando las frustraciones de muchos.
Esta mañana tuve dificultades para ingresar a mi cuenta de Gmail, le dijo a la agencia de noticias iraní ILNA. Al final desistí. ¿Por qué nadie quiere responsabilizarse de esto?
Durante meses, las páginas de las redes sociales del país han estado llenas de mensajes sobre el acceso intermitente a Internet y las velocidades lentas para bajar información.
Y mientras algunos culpan a la infraestructura vieja y sobrecargada del país, otros tienen una explicación un poco más siniestra.
Cuando seamos viejos podremos hablarles a nuestros nietos sobre la época en que llegó un demonio y nacionalizó Internet, escribió Habil, un furioso usuario de internet de Teherán.
A lo que se refería Habil es precisamente al plan del gobierno de crear lo que define como una red nacional de información, efectivamente una especie de sistema corporativo de intranet para todo el país.
Aziz Ashofteh, el cofundador de la popular página iraní Balatarin, dice que los programadores del gobierno han pasado los últimos años desarrollando un sistema que les permitirá a las personas hacer negocios y comunicarse entre ellas dentro del país.
Simultáneamente, según Ashofteh, el gobierno tendrá el poder de controlar su acceso al mundo exterior. Él le dijo a la BBC que el gobierno ahora tiene un botón para apagar Internet, sin estar preocupado de que haya daños potenciales a departamentos gubernamentales y bancos.
Mahmoud Enayat, un analista iraní de tecnologías de la información radicado en Londres, dice que las autoridades tienen un largo historial de bloqueo de sitios web que consideran indeseados.
Sus primeros objetivos fueron las páginas con contenido para adultos o con un mensaje abiertamente antigubernamental. Pero el punto de quiebre ocurrió en 2006, cuando la página de la BBC en persa fue bloqueada.
Luego de eso, (los bloqueos) se convirtieron en una herramienta política, dice. Incluso estaban bloqueando el acceso a los sitios de noticias independientes.
POBLACIÓN ÁVIDA DE TECNOLOGÍA A pesar de los esfuerzos del gobierno, Irán se ha convertido en una nación de entusiastas de Internet.
Según las más recientes cifras en Irán, unos 45 millones de ciudadanos de una población total de 75 millones ahora están en línea, lo que convierte a Irán en el país con la mayor proporción de internautas en Medio Oriente.
Irán tiene una población ávida de tecnología, dice John Rakowski, un analista de la infraestructura de Internet con la compañía de investigación Forrester.
Más de la mitad de la población tiene menos de 35 años. No se acuerdan de una época en que no había computadores.
Durante buena parte de la última década, estos jóvenes iraníes han encontrado formas cada vez más sofisticadas para evadir los intentos gubernamentales de censurar una serie de sitios.
El resultado es que las páginas globales de redes sociales como YouTube, Facebook y Twitter son altamente populares y utilizadas en Irán a pesar de estar oficialmente fuera de los límites.
Esto fue particularmente evidente tras la disputada elección presidencial de 2009, cuando se organizaron grandes protestas callejeras a través de internet.
A medida que las autoridades trataban de restringir los movimientos de los periodistas internacionales que cubrían la historia, los jóvenes iraníes con teléfonos celulares publicaron noticias y videos en las redes sociales. Esto le permitió al resto del mundo informarse sobre los eventos dramáticos que se desarrollaban en el terreno.
Las autoridades quieren evitar que pase cualquier cosa similar cuando los iraníes vayan a las urnas de nuevo en junio, y los analistas dicen que este podría ser una de las motivaciones detrás de los planes para crear un sistema nacional de internet.
Pero los expertos dicen que las comparaciones con otros países que también están tratando de controlar internet, como China o Corea del Norte, generan preguntas sobre el alcance de lo que podría hacer el gobierno iraní.
COMO COMIDA O AGUA Corea del Norte tiene una intranet nacional llamada Kwangmyong (que significa brillante), que ofrece un número limitado de noticias locales y servicios de chat.
La diferencia es que los norcoreanos nunca probaron Internet, dice Rakowski. Los iraníes ya han tenido acceso a internet, a los blogs, a Twitter. Quitarles eso es como quitar una necesidad, como la comida o el agua.
China, a diferencia de Corea del Norte, tiene una amplia red de ciudadanos conectados, pero operan en páginas locales como la red social Weibo y el buscador Baidu.
Hay equivalentes iraníes de Facebook, Twitter y YouTube, pero ninguno ha sido exitoso, dice Mahmoud Enayat.
Páginas como Baidu son creadas por el sector privado en China. Eso no puede pasar en Irán, pues las compañías iraníes no han sido capaces de generar un flujo de ingresos, dice.
Entonces, ¿puede ofrecerles algo un sistema nacional de Internet a los iraníes comunes y corrientes? El argumento del gobierno de que servirá de protección contra ciberataques ha sido desechado por expertos de la industria.
RÁPIDO Y BARATO Pero un área donde el sistema sí podría tener un efecto es en la velocidad. El Internet nacional promete un nuevo sistema que será hasta 60 veces más rápido que las mejores velocidades disponibles.
Para demostrar esto, el gobierno está asegurándose de que el acceso a los sitios locales sea mucho más rápido que a los extranjeros.
Es una situación que Reza Moeini, de Human Rights Watch, describe como un apartheid digital.
Los resultados de esta red ya se sienten en algunas áreas. Antes de esto, si alguien, por ejemplo, quería visitar la página del ministerio de Finanzas, el tráfico saldría del país y luego regresaría, dice Mahmoud Enayat.
Ahora el acceso es más rápido y también más barato. No hay necesidad de pagar por un ancho de banda internacional.
Pero, a pesar de estos avances, no está claro que la velocidad sea suficiente para compensar por el acceso a páginas que les permiten a los iraníes mantenerse en contacto entre ellos y con el resto del mundo.