El jefe de Estado norcoreano Kim Jong Un ha desatado la polémica y ha provocado que la prensa y las agencias de inteligencia se movilicen… por un smartphone.

La imagen tomada hace una semana muestra a Kim en una reunión de consejeros de seguridad y asuntos exteriores en una reunión que, según la agencia AFP podría tratarse acerca de un posible ensayo nuclear. El mandatario aparece con un cigarrillo en su mano izquierda y, a su mano derecha –sobre el escritorio– se ve un cenicero y un smartphone color negro.

Lo curioso del caso es que la “nacionalidad” del teléfono se ha convertido en tema de estado en Corea del Sur, donde los medios han llegado a especular que el teléfono sería un Samsung surcoreano, un HTC taiwanés o hasta un iPhone de Apple, a pesar de las continuas críticas desde Pyongyang dirigidas hacia los EE.UU.

Por lo pronto, Samsung ha dicho que no es ningún Galaxy, pero llama más la atención que haya tenido que ser la agencia de inteligencia surcoreana la que ha opinado que se trata de un HTC. La empresa, claro, no ha negado nada y ha lanzado una declaración muy política en la que agradece “el apoyo de todos los consumidores”.