Las bacterias podrían pronto funcionar como biobaterías microscópicas, aseguran científicos en Estados Unidos y Reino Unido, quienes dicen haber dado con la clave sobre cómo funciona un tipo de bacteria marina capaz de generar energía.
El equipo asegura haber descubierto el método usado por una bacteria marina para generar electricidad, algo que hasta ahora no estaba claro.
No se sabía si el microorganismo generaba y conducía energía, o si utilizaba algo externo para ello.
Según aseguran, comprender cómo funciona abre las puertas hacia el uso de esta bacteria como una potente fuente de energía.
MISTERIO RESUELTO Esta era la última pieza del rompecabezas, explicó Tom Clarke, profesor en la escuela de ciencias biológicas en la Universidad de East Anglia (UEA), en Reino Unido, quien lideró la investigación y quien trabaja en conjunto con el Pacific Northwest National Laboratory, en Washington.
Clarke le aclaró a la BBC que antes de este hallazgo nadie sabía como la bacteria influía en el nivel de minerales presente en lagos y mares.
Se trata de la bacteria Shewanella oneidensis, que puede encontrarse en ríos y mares, explicó. Están en todo, desde el Amazonas hasta las aguas del Báltico.
De hecho, la cepa usada para la investigación fue extraída de un lago de Nueva York.
Los científicos notaron que los niveles de hierro y manganeso en el lago cambiaron con la estación y estaban en coordinación con los patrones de crecimiento de la bacteria.
ENERGÍA EN LUGARES AISLADOS Pero lo que no se conocía, dijo Clarke, era el método con el que la bacteria generaba estos cambios en las concentraciones de minerales.
Para entender el mecanismo, el experto y sus colaboradores elaboraron una versión sintética de la bacteria y descubrieron que el organismo generaba una carga eléctrica, y así generaba un cambio químico cuando contactaba directamente con la superficie del mineral.
La gente nunca entendió esto, afirmó. Se trata de entender cómo interactúan con el medio ambiente y aprovechan la energía que producen.
Entender este mecanismo dio a los científicos la oportunidad de aprovecharla y usar estas bacterias como fuente de energía, lo que sería útil para suministrar electricidad a lugares hostiles u accesibles.
Son muy resistentes, podemos ser bastante brutos con ellas en el laboratorio y aguantan, observó.
El trabajo fue publicado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Science, en Estados Unidos.