Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia ha creado una réplica de la Mona Lisa, el célebre cuadro de Leonardo Da Vinci, aunque con una particularidad: esta mide apenas 30 micras de ancho, es decir, la tercera parte de la anchura de un cabello humano.

Esta copia del cuadro de Da Vinci fue obtenida por medio de una técnica denominada nanolitografía termoquímica, que utiliza un microscopio de fuerza atómica para aplicar calor a la superficie, que se va tiñendo de acuerdo a la cantidad de calor aplicado: a más calor, colores más claros.

Adaptando la temperatura, nuestro equipo manipulaba las reacciones químicas para conseguir variaciones en las concentraciones moleculares en la nanoescala, explica Jennifer Curtis, profesora de la Escuela de Física y autora principal de este estudio en declaraciones citadas por el diario El País.