Tras un juicio por patentes que llevó varios años, el pionero de los teléfonos móviles Motorola fracasó en su intento de prohibir la importación a Estados Unidos de iPhones de Apple.
La Comisión de Comercio Internacional (ITC) de Estados Unidos declaró inválida también la última patente del caso, según se desprende de una decisión publicada hoy.
La patente de Motorola se refería a una importante función de los teléfonos inteligentes actuales: se trata de un sensor que evita que la pantalla táctil funcione cuando uno mantiene el aparato cerca de la cara al telefonear.
El fabricante de teléfonos móviles Motorola, que fue adquirido por Google, había presentado la demanda ante la ITC en el otoño (boreal) de 2010.
De las cinco patentes originales había quedado solo una. Motorola puede apelar la decisión de la ITC.