Una sencilla prueba de vinagre redujo las muertes por cáncer cervical o cáncer de cuello uterino en una tercera parte en un estudio de 150.000 mujeres de los barrios pobres de la India, donde esta enfermedad es la más mortífera entre las mujeres.
Los médicos anunciaron los resultados el domingo en una conferencia sobre el cáncer en Chicago. Dijeron que el resultado es increíble, y agregaron que esta prueba rápida y barata podría salvar decenas de miles de vidas al año en los países en vías de desarrollo al detectar los primeros síntomas de la dolencia y acelerar el tratamiento antes que sea demasiado tarde.
Las pruebas del Papanicolau y las del virus del papiloma humano, un virus que causa la mayor parte del cáncer cervical, han reducido los casos y muertes en Estados Unidos. Pero los países pobres no pueden costear esos métodos.
¿EN QUÉ CONSISTE LA PRUEBA? El estudio examinó una prueba de muy bajo costo que puede ser aplicada por gente común con solo dos semanas de entrenamiento y sin complicados utensilios de laboratorio. Mojan algodón con vinagre diluido y lo pasan por el cuello uterino, lo cual puede hacer que las células anormales cambien brevemente de color.
Este examen visual de bajo costo redujo las muertes por cáncer cervical en un 31%, según el estudio. Podría evitar anualmente el fallecimiento de 22.000 mujeres en la India y 72.600 en todo el mundo, calcularon los investigadores.
Es increíble. Es sorprendente. Es un resultado muy prometedor, dijo el doctor Ted Trimble, del Instituto Oncológico Nacional, el principal patrocinador estadounidense del estudio.
TESTIMONIOS DE VIDA Usha Devi, una de las mujeres que participó en el estudio, dijo que le salvo la vida. Muchas mujeres se negaron a ser examinadas. Algunas de ellas murieron posteriormente de cáncer, indicó Devi. Creo ahora que todo el mundo debería ser examinado. He recuperado mi vida debido a las pruebas.
La historia de Usha Devi no es inusual. Pese a ser madre de cuatro hijos, nunca se había sometido a un examen ginecológico. Había sangrado profusamente durante varios años, esperanzada en que el problema se solucionaría con paciencia y oraciones.
Todo el mundo dijo que desaparecería, y cada vez que pensaba en ir al médico, o no tenía dinero o pasaba otra cosa, contó la mujer, sentada en una diminuta habitación que sirve de dormitorio, cocina, baño y cuarto de estar para toda la familia.
Un día encontró una carta firmada por enfermeras que intentaba convencer a las mujeres para que se sumaran al estudio. Devi, cerca de cumplir 50 años, y muchas otras indias pobres desconocen la fecha de su nacimiento. Supo que padecía un caso avanzado de cáncer cervical. El estudio pagó la operación para extirparle el útero y el cuello uterino.
La investigación fue encabezada por el doctor Surendra Shastri del Hospital Tata Memorial en Mumbai. India padece casi una tercera parte de los casos de cáncer cérvico-uterino del mundo, más de 140.000 cada año.