Pensaron que eran albinos, pero no. Los tigres blancos fueron por mucho tiempo un emblema para los cazadores de trofeos y un enigma para los científicos. Hasta ahora.

Su pelaje blanco es producido por una única alteración del gen del pigmento, según un estudio de investigadores de la Universidad de Beijing en China, publicado el jueves en la revista especializada Current Biology.

Para despejar la controversial especulación de que la mutación del tigre blanco es quizá un defecto genético, según se lee en el estudio, los científicos hicieron el mapa del genoma de una familia de 16 tigres del Chimelong Safari Park, incluyendo individuos blancos y naranjas. A continuación, secuenciaron los genomas de los tres padres en la familia.

Los resultados de los análisis genéticos los condujeron a un gen del pigmento, el SLC45A2, cuyos polimorfismos habían sido previamente asociados a la coloración clara de los europeos modernos, además de otros animales como caballos, pollos y ratones.

La variante encontrada en el tigre blanco inhibe principalmente la síntesis de pigmentos rojos y amarillos. Sin embargo, tiene poco o nulo efecto sobre el color negro, lo que explica por qué los tigres blancos siguen mostrando sus características rayas oscuras.

A pesar de que alteraciones del gen SLC45A2 pueden causar un tipo específico de albinismo, el tigre blanco no es un verdadero albino, ya que aunque hay ausencia de felomenanina, la eumelanina está presente en los ojos y en el pelo de las rayas, explica el estudio.

Según la investigación, la mutación blanca en los genes del tigre ocurrió una sola vez y su frecuencia nunca fue alta.

¿REINSERTARLO EN SU AMBIENTE? Los tigres blancos solían habitar el subcontinente indio. Sin embargo el último individuo visto en estado natural fue cazado y muerto en 1958.

Muchos de los tigres blancos que fueron trofeos de caza eran adultos maduros, lo que sugiere que eran aptos para vivir en la naturaleza. Un dato no menor a tener en cuenta es que los ciervos, una de las principales presas del tigre, son propensos al daltonismo.

Hoy para ver un tigre blanco hay que visitar un zoológico o un parque safari, dado que ya no quedan individuos en hábitat silvestres.

Este es un punto crucial de la investigación, ya que los científicos aseguran que vale la pena considerar la reintroducción de tigres blancos en su hábitat natural.

El tigre blanco es parte de la diversidad genética natural del tigre, que vale la pena conservar, pero ahora se ve solamente en cautiverio, dice Shu-Jin Luo, parte del equipo investigador de la Universidad de Pekín.