ÉLYSE BETTERS Reportera de tecnología, Nueva York
Si alguna vez te entretuviste con un videojuego, es probable que conozcas Space Invaders de Taito o uno de sus muchos derivados.
Puede parecer prehistórico hoy en día pero este juego, que está celebrando sus 35 años, ha tenido una enorme influencia en la industria y el mundo. No fue el primer schmup, abreviación de shoot’em up (mátelos a tiros), término que se usa para definir un género de videojuegos en los que el jugador se enfrenta solo a hordas de enemigos a los que tiene que destruir.
Missile Radar, de 1974, y Guided Missile, de 1977, le precedieron.
No obstante, Space Invaders cautivó adeptos como ningún otro. Se debió en parte a que un año antes de que fuera lanzado, las películas La guerra de las galaxias y Encuentros cercanos del tercer tipo arrasaron en las salas de cine, abriéndole al público el apetito por todo lo que tuviera que ver con extraterrestres. Y Space Invaders tuvo la suerte de estar entonado.
TANQUES POR NAVES Tomohiro Nishikado, quien desarrolló el juego, originalmente quería que tuviera tanques o aeroplanos, pero cambió el tema después de que la compañía Taito prohibiera que el blanco fuera humano.
Space invaders no fue el resultado de un destello de inspiración repentino: el concepto se fue formando gradualmente, le cuenta a la BBC.
En ese tiempo, los juegos rompeladrillos tenían mucho éxito y yo quería crear un juego de disparar en un estilo similar. Space Invaders fue el resultado de mucho ensayo y error.
Nishikado tenía 34 años de edad cuando diseñó la jugabilidad reglas de funcionamiento y diseño como juego, el trabajo de arte y los sonidos como un proyecto individual. Fabricó incluso una computadora especial para jugarlo.
Space Invaders, como todos los juegos basados en microcomputadoras de la época, sufría por las limitaciones del hardware y la lentitud de las velocidades de proceso, por lo que el desarrollo era una lucha constante, recuerda.
El movimiento titubeante de los personajes de Space Invaders era lo absolutamente mejor que pude ofrecer, y eventualmente me empezó a gustar.
DE JAPÓN AL MUNDO Space Invaders inicialmente se distribuyó sólo en Japón y tomó unos meses antes de que la manía se disparara. Pero no muchos: pronto se empezaron a ver colas de gente que esperaba por horas para tener el chance de jugar.
Cuando Taito se vio en problemas para satisfacer la demanda por sus máquinas de juegos, la firma estadounidense Midway aprovechó la oportunidad. Sacó la licencia del título y en 1979 lanzó aparatos con el juego en Estados Unidos. El éxito fue tremendo.
El juego le dio además un renovado impulso a la industria de la consola, que estaba estancada en ese momento.
Clones del juego Pong, con versiones del clásico de dos bates y una pelota, habían inundado el mercado de los videojuegos caseros.
Los fabricantes de consolas habían reducido considerablemente los precios intentando deshacerse de lo que tenían almacenado hasta el punto en el que las vendían a pérdida. Hubo muchos que dejaron el sector tras el descalabro.
SOBREVIVIENTE Atari decidió quedarse y la fortuna de la firma cambió cuando lanzó una versión de Space Invaders en 1980, con la primera licencia oficial de un juego de maquinitas para una consola casera.
Space Invaders tuvo un impacto revolucionario, le dice Taito a la BBC. Contribuyó a sentar las bases de los videojuegos modernos.
Sigue siendo el título más popular de Atari cuando ya han pasado tres décadas y media, con un negocio de comercialización de licencias boyante además de nuevos juegos.
Una nueva versión del juego llamado Groove Coaster Arcade Edition será lanzado este año para marcar el aniversario.
OBRA DE ARTE Pero a pesar de las muchas actualizaciones, la versión más estimada es la original.
El Museo de Arte Moderno de Nueva York recientemente anunció que planea incluirla en su colección permanente.
Space Invaders y juegos como ese son la raíz de todo lo que vemos en el mundo de los videojuegos hoy en día, señala el diseñador de Deus Ex, Warren Spector, quien enseña en la Academia del Juego de Austin, parte de la Universidad de Texas.
Representan el nacimiento de una nueva forma de arte, una que literalmente cambió el mundo. Space Invaders es un artefacto histórico importante, tanto como lo son las películas mudas del principio del siglo XX o las primeras ediciones de libros impresos.
El juego también inspiró a Invader, uno de los principales artistas callejeros. El francés que mantiene su identidad en secreto ha plasmado una amplia variedad de mosaicos con el tema del juego en sus ataques en ciudades en Europa, África, Asia y América.
Los personajes fueron creados al principio de las tecnologías digitales eran hechos con pixeles grandes, por eso son perfectos para reconstruirlos con baldosas y mosaicos como lo hago yo, le dice a la BBC.
La niñez tiene una gran influencia en la obra futura de muchos artistas.
Space Invaders representa para mí un símbolo del principio del mundo digital en el que vivimos en la actualidad.