PAOLA MONTES ITURRIZAGA El Comercio

Una nueva técnica para eliminar tumores mamarios cumple de sobra con uno de los objetivos de la cirugía moderna: obtener buenos resultados mientras se reduce la invasión por cirugía en el cuerpo del paciente.

La crioablación es un procedimiento por el cual se convierte el tumor en una bola de hielo para eliminarlo. Fue diseñado hace pocos años por científicos de la Universidad de Michigan (EE.UU.), pero la compañía israelí Ice Cure Medical perfeccionó la técnica y, para ello, creó un dispositivo llamado IceSense 3.

Esta máquina permite realizar una cirugía con cicatrices imperceptibles, capaz de ser realizada en el consultorio y ya no en una sala de operaciones.

El frío produce un efecto anestésico, por ello el paciente no experimenta dolor durante y después de la sesión.

El médico utiliza anestesia local para que el paciente no sienta la inserción de la delgada aguja. Gracias al ultrasonido, una ecografía mostrará en pantalla el interior de la mama para guiar a la fina aguja hasta el fibroadenoma (tumor benigno de mama).

La aguja, que se parece a la usada para practicar una biopsia, bombea nitrógeno líquido en el tumor para congelarlo a una temperatura tan baja (-170 °C) que produce su destrucción.

“El tumor, así como cualquier parte de nuestro cuerpo, está constituido por agua; y el agua se congela. En el ámbito vascular, se produce una constricción, y al no haber irrigación, el tejido muere debido al congelamiento”, explicó a El Comercio el doctor Luis Riva, oncólogo de la clínica Internacional y presidente de la Junta Directiva de la Sociedad Peruana de Oncología.

Debido a la efectividad mostrada por el sofisticado dispositivo, en EE.UU. se han iniciado los ensayos clínicos para comprobar la eficiencia de IceSense3 en pacientes con cáncer de mama.

La sospecha de que el método podría ser efectivo para el cáncer de mama también llevó al doctor Eisuke Fukuma, presidente del Centro del Seno del Kameda Medical Center en Kamogawa (Japón) a realizar en junio del 2012 las primeras pruebas con pacientes cuyos tumores malignos estaban aún pequeños (no más de 1 centímetro).

En los resultados se observó que los tumores fueron destruidos en su totalidad, lo que podría significar un paso importante hacia la eliminación de tumores de cáncer de mama sin requerir las cirugías abiertas de extirpación. Además, se espera la remisión de los tumores malignos, tal y como se ha reportado con los fibroadenomas.

Aunque IceSense 3 pueda entusiasmar a médicos y pacientes, el doctor Riva sugiere ser cautelosos: “Se debe considerar, sí, pero hay que recordar que es un elemento que está en fase de ensayo clínico y no es un estándar. Se trata de un reemplazo a la cirugía inicial, y esto no quita que el paciente continúe los tratamientos estándares de quimioterapia o radioterapia”.

Debido a que el tumor se elimina in situ y no se extirpa, los desarrolladores indican que este será asimilado por el propio organismo mediante un proceso natural y seguro.

“Es cierto que los tumores se absorben con éxito luego de la crioablación porque prácticamente es tejido muerto, y el cuerpo lo procesa bien”, finaliza el doctor Riva.

Además de su principal objetivo –que es la destrucción del tumor– la técnica IceSense 3 ofrece otras ventajas. Una es que la fina aguja desarrollada permite un mejor control de la cantidad de nitrógeno líquido que se utilizará, asegurándole al especialista que el tejido sano no será dañado. En cuanto a la cicatrización, al no requerirse una sutura, el paciente abandona el consultorio solo con un pequeño parche sobre la zona de la pequeña incisión por donde ingresó la aguja.

La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobó la crioablación para eliminar el fibroadenoma de mama en el 2010.

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