El Centro de Investigación sobre el Alcohol de Indiana descubrió que basta un trago de cerveza para que el cerebro libere dopamina, neurotransmisor relacionado al placer, la recompensa y motivación.
Durante el estudio, 49 varones fueron sometidos a un escáner cerebral mientras bebían 15 mililitros de cerveza durante 15 minutos. Las imágenes revelaron que el cerebro reacciona a esta bebida incluso antes de que alcohol llegue a la sangre. Los participantes también fueron analizados ingiriendo una bebida para deportistas, y el efecto fue mucho menor.
La investigación publicada en la revista Neuropsychopharmacology también halló que la actividad hormonal era mayor en las personas con antecedentes familiares de alcoholismo. Ello confirmaría que la adicción se puede transmitir genéticamente.
Además, según el portal elmundo.es, un estudio de Biological Psychiatry en 2010 demostró que, a misma cantidad de alcohol, los varones liberan más dopamina que las mujeres.
Los investigadores de este experimento subrayan que es la primera vez que se demuestra que el sabor de una bebida alcohólica, sin el efecto intoxicante, puede originar la liberación de dopamina en los centros de recompensa del cerebro.