Una chalaca mortal. Así es como los tiburones azotadores, también conocidos como zorros marinos o peces zorro, consiguen comida. Un certero y rapidísimo golpe con su desproporcionadamente larga cola por encima de la cabeza es suficiente para aturdir a varios peces de una sola bofetada.
Sus colas, en forma de guadaña, pueden medir más de la mitad de su cuerpo. Está a medio camino entre un latigazo y un arma de guerra medieval. Es extremadamente violento, extremadamente rápido y observarlo es increíble.
Así describió el golpe del Alopias pelagicus el doctor Simon Oliver, líder del equipo de investigadores que acaba de registrar la primera evidencia clara de que los tiburones azotadores realmente cazan con sus colas.
Siempre se sospechó que así ocurría, pero hasta ahora había sido muy difícil grabarlos en acción.
Ahora, Oliver, fundador del proyecto de conservación e investigación sobre los tiburones azotadores e investigador de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, logró filmar con su equipo a los tiburones mientras cazaban cerca de la isla de Pescador, en Filipinas.
En las imágenes se ve a los tiburones dando aletazos entre bancos de sardinas. Fue un momento extremadamente emocionante para mí, poder ver este comportamiento, dijo Oliver. Sus observaciones están recogidas en un informe que se acaba de publicar en la revista especializada Plos One.
POCA PUNTERÍA Según el investigador el movimiento de la aleta trasera es tan rápido que fue difícil capturarlo en cámara. Aún así su equipo logró grabar más de 60 ocasiones en las que los tiburones trataron de matar peces moviendo la cola.
Como parte del estudio, los investigadores analizaron las imágenes, dividiendo en fases cada ataque para poder registrar los movimientos exactos de los animales. Y notaron que los tiburones aceleran la velocidad antes de pararse juntando sus aletas pectorales.
Es entonces cuando dan el azote, bajando sus hocicos y subiendo rápidamente la cola sobre sus cabezas. Lo interesante sobre estas bofetadas con la cola es que sólo tienen éxito un 60% de las veces, dijo Oliver. Pero cuando sí eran exitosas mataban más de un pez de un sólo golpe, añadió.
Así que parece que la estrategia es eficaz en el sentido de que el tiburón es capaz de consumir más de un pez de golpe exitoso, para compensar por el esfuerzo de los intentos fallidos, valoró.
CADA ESPECIE TIENE SU COLETAZO Según Oliver, la chilena del tiburón evidencia la diversidad de las estrategias de caza de los tiburones en un océano en el que los mayores depredadores se ven obligados a adaptarse a las complejas técnicas de evasión de sus presas, cada vez menos numerosas.
Por su parte, el Profesor David Sims, vicedirector de investigación de la Asociación de Biología Marina de Reino Unido, le dijo a la BBC que las observaciones del equipo de Oliver eran muy interesantes.
Sims explicó que lo hallado ahora amplía la información recogida hace dos años, con el descubrimiento del coletazo lateral de otro tipo de tiburón azotador.
Para Sims estudiar el comportamiento de los tiburones es crucial para la conservación.
Cada año se extraen de los océanos unos 70 millones de tiburones, dijo.
Aunque parte se debe a la pesca activa de tiburones, particularmente por sus aletas, muchos quedan accidentalmente atrapados en las redes de barcos de pesca que buscan otras especies.
Entender su comportamiento es vital para averiguar dónde están sus centros de alimentación, para poder hacer algo para proteger esas áreas, dijo.