Distintas marcas de bicicletas eléctricas ingresan al mercado peruano brindando mayor autonomía y lo último en tecnología en motor y baterías.
Distintas marcas de bicicletas eléctricas ingresan al mercado peruano brindando mayor autonomía y lo último en tecnología en motor y baterías.
Sergio Sicheri

Hace cinco años conocí a la empresa Car2Go en un viaje a Miami. En aquel momento, la idea de alquilar un auto por algunas horas y mediante una app, se convirtió en el tumba latas de la mayoría de empresas tradicionales que están enfocadas en la renta de vehículos. Lo que más me sorprendió, fue que, mediante su aplicación, elegías el modelo de vehículo que más te gustaba y mediante geolocalización, ubicabas el auto más cercano que habías escogido. El mismo podía encontrarse parqueado en cualquier estacionamiento gratuito o algún parque (a unos metros de tu ubicación) y podías desbloquear su puerta con el aplicativo de Car2Go. Al momento de entregarlo, hacías lo mismo. Buscabas un parqueadero gratuito cercano y listo. Ahí lo dejabas.

Con el boom de las , estuve buscando información al respecto y no me sorprendió (debido a que ya conocía Car2Go) toparme con la noticia que Uber y Google apuntan inyectar 335 millones de dólares al servicio de alquiler de bicicletas eléctricas Lime. Lo que sí me pareció curioso es que la inversión será para trabajar un espacio de alquiler de scooters (o monopatines) eléctricos que estarán disponibles en la aplicación de Uber.

La respuesta es sencilla. El mundo está girando hacia el uso de transportes que no contaminen el medio ambiente y que nos eviten el estrés del tráfico. Los números lo avalan. Entre el 2012 y 2017, las exportaciones de bicicletas eléctricas taiwanesas crecieron 17 veces. Es decir, en 2012 exportaron este tipo de transporte por un valor total de 14 millones de dólares y para el 2017, cerca de 250 millones, según cifras destacadas por el ministerio de Finanzas de Taiwán y difundidas por la agencia de noticias EFE.

La fiebre de las bicicletas eléctricas también viene acaparando a reconocidas marcas de autos. ¿Qué es lo que buscan? Inmiscuirse en la mente de sus clientes como reconocidas empresas de transporte que vienen adaptándose a lo largo del tiempo y con nueva tecnología. Firmas como: que busca desligarse de Seat,  y hasta  vienen produciendo sus propios modelos de bicicletas eléctricas.

Impregnar el ‘look & feel’ del sello automotriz en cada uno de sus diseños no es la única obsesión de estas marcas. También buscan aprender y mejorar su tecnología para desenvolverse mejor en el campo de los transportes eléctricos. Lo que vienen entendiendo es que la mayoría de sus clientes busca mayor autonomía. Es decir, recorrer la mayor cantidad de kilómetros y en el mayor tiempo (horas de duración de la batería) posible.

Lo complicado con esta proliferación en ventas de transportes eléctricos es la , así como la obligación del uso de seguros contra accidentes de tránsito, también, para transportes eléctricos.   

Tras el mundial de Rusia 2018, nuestro país ya viene enfocándose en temas trascendentales como poner orden en el ministerio de Justicia. Después de esta difícil tarea los esfuerzos deben de concentrarse en revisar una infinidad de vacíos legales que están sobre el tintero.

Lo positivo y claro en lo que respecta a transporte es que el nuevo enfoque está en utilizar la menor cantidad de combustible, así como perder menos tiempo y cólera en el tráfico. La finalidad es una: movilizarnos. Dicha ecuación funciona en un patinete o scooter, hasta en un automóvil. Las empresas privadas también lo han entendido y vienen apostando por la conservación ambiental. Así lo hizo la española , que generó planes o préstamos de bicicletas eléctricas para sus trabajadores, así como el hotel  que este año colocó bicicletas eléctricas a disposición de sus huéspedes, apoyando a la disminución de CO2 en nuestra capital.

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