Día Mundial del Asma | Síntomas de este mal y sus diferencias con la rinitis | VIDEO

En el Perú se estima que más de 260.000 niños menores de cinco años tienen asma, un mal que afecta la calidad de vida de los menores e incluso puede llegar a causar la muerte.

En general, este mal ataca al 25% de la población nacional, una de las cifras más altas en Latinoamérica. De este modo, se convierte en un problema para padres e hijos, pues constituye la principal causa de ausentismo en las escuelas, de acuerdo a datos de EsSalud.

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El asma es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta los bronquios, por lo que produce la sensación de falta de aire. Es desencadenada por diversos factores, como agentes alérgenos, la contaminación ambiental, etc.

“El asma es una enfermedad que es muy frecuente en niños menores de 10 años y las personas los conocen con diferentes nombres, como bronquitis alérgica, por ejemplo”, explica a El Comercio Manuel Soto, neumólogo pediatra del Hospital Nacional de Niños de Costa Rica.

“Si su niño o su niña presenta síntomas respiratorios de tos, moquera, congestión nasal, dificultad para respirar, opresión en el pecho, silbidos en el pecho, y esos síntomas se presentan de una manera frecuente, es preferible que usted vaya a un médico para que el analice factores familiares, factores de riesgo en la casa, etc.”, agrega.

Soto añade que los padres también deben estar atentos a los siguientes signos de alerta:

- El niño evita hacer deporte
- Tos nocturna
- Sensibilidad al cambio de temperatura

Aún no se conoce por qué algunas personas desarrollan asma y otras no, pero “es probable que se deba a una combinación de factores ambientales y genéticos (hereditarios)”, señala Mayo Clinic.

En la mayoría de pacientes existen sustancias que desencadenan asma. Estos se pueden encontrar en el aire, como el polen de las flores, los ácaro del polvo, el moho, caspa de mascotas, partículas de residuos de cucarachas, etc.

El asma también puede ser provocado por infecciones respiratorias, la actividad física, el aire frío, la contaminación ambiental, algunos medicamentos (betabloqueantes, aspirina, ibuprofeno).

Es por ello, que los médicos deben evaluar al paciente para determinar qué desencadena los cuadros de asma, para quitar dichos agentes y de ese modo evitar el uso excesivo de medicamentos, detalla Soto.

Luego del diagnóstico, los médicos dan un tratamiento de acuerdo a la gravedad de cada caso, con el objetivo de disminuir los episodios de asma.

En otros casos, se recetan los llamados “medicamentos de mantenimiento”, que suelen tomarse todos los días para controlar el asma persistente y pueden ser corticosteroides inhalados, que son medicamentos antiinflamatorios; modificadores de leucotrienos, que suelen acompañar a los primeros; inhaladores de combinación; y la teofilina, un tipo de fármaco que abre las vías respiratorias (broncodilatador).

También están los medicamentos “de rescate”, que se utilizan cuando se presenta un episodio grave de asma y se necesita controlar los síntomas de inmediato. Sus efectos duran de cuatro a seis horas y no evitan que los síntomas vuelvan a aparecer.

Muchos de los síntomas del asma se pueden confundir con los de la rinitis alérgica o con el resfriado, por lo cual es importante determinar cuál es el mal que afecta al menor para poder darle el mejor tratamiento.

“Ese niño que pasa constantemente enfermo, que lo padres ven que siempre tiene moco, en la escuela lo regresan siempre porque está enfermo. Lo más probable es que tenga una rinitis mal controlada”, afirma Soto.

El asma y la rinitis son males que tienen mucha relación entre ellas, pero existe una diferencia importante: “Las dos son enfermedades inflamatorias. En la rinitis los síntomas se presentan principalmente con congestión nasal, picazón de la nariz, dolores de cabeza, conjuntivitis, estornudo. El asma se presenta principalmente con la tos nocturna, limitación con el ejercicios”.

El problema es que “el mal control de una (de estas enfermedades) puede provocar que la otra tampoco se pueda controlar”.

“El 80% de pacientes asmáticos son riníticos, y una tercera parte de pacientes riníticos tiene asma”, agrega el especialista.

Los alérgenos que causantes de asma suelen ser los mismos que los de la rinitis alérgica, que puede ser estacional (aparece en primavera u otoño) y permanente (síntomas se presentan todo el año).

El tratamiento de la rinitis alérgica se da principalmente con antihistamínicos, que reducen los estornudos, secreción nasal y picazón; aerosoles nasales con esteroides, que reducen la reacción de los tejidos de la nariz a los alérgenos; y antileucotrienos, que bloquean algunos de los químicos que se asocian a la respuesta alérgica.

El asma y la rinitis son males que afectan la calidad de vida de los niños y adultos que viven principalmente en zonas urbanizadas y con gran contaminación, por lo cual deben ser controlados debido al incremento de casos que se han presentado en los últimos años, advierte la OMS.

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