(Foto: Pixabay)
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Redacción EC

Un nuevo reveló que ayunar antes de realizar  por la mañana puede influir en nuestra relación con la comida el resto del día, reduciendo la cantidad de alimentos que ingerimos.

Nadie duda de la importancia de la actividad física para mantenerse saludable, sin embargo, el papel del ejercicio para ayudar a las personas a , mantenerlo o, incluso, subirlo puede que sea complicado.

Si bien el ejercicio quema calorías, estudios han demostrado que, muchas veces, quienes comienzan una rutina no bajan tanto de peso porque suelen compensar la energía utilizada durante el entrenamiento comiendo más o moviéndose menos.

Esto sucede debido a que el cerebro sabe cuánta energía utilizamos durante nuestra última rutina y, en respuesta, envía señales biológicas que aumentan nuestro apetito o reducen nuestras ganas de estar en actividad. No es que el cerebro conspire contra nosotros, sino que no quiere que padezcamos de un déficit de energía ni que muramos de inanición.

Además, existen otros factores que influyen en nuestra decisión de bajar de peso. Muchos aspectos de la alimentación y el ejercicio, por ejemplo, pueden afectar la medida en que cada persona compensa las calorías quemadas durante el entrenamiento, incluyendo el tipo de ejercicio, su duración, la condición física y el peso.

Entonces, ¿cómo ayunar antes de hacer ejercicios podría ayudar a quitarnos unos kilos de encima?

El estudio

Cuando ingerimos una comida, nuestro organismo recurre a los carbohidratos de esta como fuente principal de energía. Parte de esos carbohidratos se almacena en nuestro cuerpo, pero ese almacenamiento interno de carbohidratos es minúsculo en comparación con el almacenamiento de grasas.

Algunos investigadores creen que nuestro cerebro presta particular atención a cualquier reducción en los niveles de carbohidratos y se apresura a remplazarlos. Es justo aquí que el ayuno cobra vital importancia, ya que, si no desayunamos por la mañana, no tendremos calorías para producir energía durante el ejercicio y, en consecuencia, el cuerpo tomará las reservas internas de grasas y carbohidratos.

El detalle aquí es que, según la investigación hecha por científicos de la Universidad de Bath, en Inglaterra y publicada en The Journal of Nutrition, en este caso, el organismo no compensará el déficit calórico.

En los sujetos que participaron en el estudio (hombre jóvenes saludables), al haber consumido la mayoría de las reservas de carbohidratos de su cuerpo durante una sesión de bicicleta, se notó que tuvieron un apetito voraz durante el almuerzo y consumieron muchas más calorías que cuando no ayunaban. Pero después de que dejaron de comer y al final del día, mantuvieron un déficit de energía de casi 400 calorías, lo que significa que recuperaron muy pocas de las calorías que quemaron durante la sesión de bicicleta.

No obstante, este estudio no es determinante, fue pequeño, a corto plazo y solo participaron hombres jóvenes. Se desconoce si los resultados serían similares en personas mayores, tienen sobrepeso, no están en forma o en mujeres.

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