(Foto: NASA/NOAA GOES Project)
(Foto: NASA/NOAA GOES Project)
Redacción EC

La intensidad de los huracanes como Harvey, que el sábado golpeó Texas (EE.UU.) podría aumentar en el futuro debido al cambio climático, pero no se prevé que estos fenómenos sean más frecuentes, consideran los científicos.

-Siglo XX: incertidumbres-

A falta de datos satelitales a escala planetaria antes de 1970, no es posible decir cómo evolucionó la actividad de los huracanes en el siglo XX. Antes de la instalación de una vigilancia por satélite completa, incluso huracanes muy intensos pudieron pasar desapercibidos si no tocaron tierra, por ejemplo. De ahí la debilidad de los datos estadísticos y la prudencia de los científicos.

En el Atlántico norte, desde hace una veintena de años se constató un aumento de la frecuencia de los huracanes, al contrario que entre 1970 y 1995, según Franck Roux, de la universidad Paul-Sebatier de Toulouse (Francia).

En esta región, los investigadores notaron que la actividad de los huracanes sigue ciclos de varias decenas de años y consideran que aún no es posible decir si el aumento del número de huracanes en la zona se debe a una variabilidad natural o al cambio climático.

En el Pacífico noroeste hubo una ligera disminución de la actividad de los huracanes entre 1980 y 2010.

-Siglo XXI: más intensidad-

Los modelos informáticos que simulan el clima del siglo XXI revelan un posible aumento de la intensidad de los huracanes (vientos y lluvias), y un posible descenso de su frecuencia alrededor del planeta.

"Huracanes con una intensidad mayor son una de las consecuencias esperadas del cambio climático", explica Valérie Masson-Delmotte, miembro del GIEC, grupo de referencia sobre el clima a nivel mundial.

"Cuanto mayor es la temperatura del agua y la tasa de humedad, mayor puede ser la intensidad del huracán. Ahora bien, estos dos elementos son más intensos debido al aumento del efecto invernadero", explica la climatóloga. "Consideramos que hay un 7% de humedad más en la atmósfera por cada grado de calentamiento", precisa.

-Nivel del mar: todavía más alto-

El aumento del nivel de los océanos es una de las señales del calentamiento del planeta. Esta subida, variable según las regiones del globo, tuvo una media de 20 cm en el siglo XX y podría alcanzar hasta casi un metro en  el 2100.

Sin embargo, los huracanes producen también un oleaje que genera "mareas de tormenta". Los dos efectos combinados contribuirán a poner en riesgo a más poblaciones y construcciones costeras.

-¿Hacia un desplazamiento de los huracanes?-

Varios estudios muestran, según Météo France (servicio meteorológico y climatológico nacional de Francia), que "la latitud a la que los huracanes alcanzan su máxima intensidad se ha desplazado hacia los polos durante los últimos 35 años, en los dos hemisferios".

Esto podía estar relacionado con la expansión del cinturón tropical, es decir de las zonas de una parte y de otra del ecuador terrestre donde reina un clima cálido y húmedo.

El desajuste de la actividad de los huracanes en el Atlántico norte podría, de acuerdo a Météo France, hacer que el mar del Caribe y del golfo de México se vuelvan "más apacibles, en detrimento de la costa este de Estados Unidos", aunque esta tendencia deberá ser confirmada por otros estudios.

Fuente: AFP

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