Perú tiene una tasa mortalidad sobre incidencia de 0.60. (Foto: El Comercio)
Perú tiene una tasa mortalidad sobre incidencia de 0.60. (Foto: El Comercio)
Diego Barrio de Mendoza

En el Perú, el riesgo de morir para las personas que tienen  es sumamente alto, más que el promedio de Sudamérica y casi el doble que en Estados Unidos, según un estudio de The Economist. La investigación, revelada en el Roche Press Day de Buenos Aires, evaluó las fortalezas y debilidades en el control de esta enfermedad en la región.

Según la Unidad de Inteligencia del semanario británico, Perú tiene una tasa mortalidad sobre incidencia de 0.60, mientras que el promedio de Sudamérica es de 0.53 y el de Estados Unidos 0.33 (Europa tiene 0.40). Mientras menor sea el número, mayor es la eficacia de las políticas públicas y de los programas de prevención del cáncer. Otros ejemplos son Chile y Argentina, con 0.59 y 0.55 respectivamente. El más bajo de la región es Bolivia, con 0.67.

Este indicador muestra cuántos pacientes mueren en relación a cuántos casos nuevos de cáncer hay cada año.

Cabe recordar que el cáncer es la primera causa de muerte en el Perú: representa el 19% del total de decesos. La incidencia es de 154,5 casos cada 100 mil habitantes.

En Latinoamérica, el cáncer es la segunda principal razón de fallecimientos. Entre el 60% y 70% de los pacientes son diagnosticados en estadios avanzados. Se espera que para el 2035 las muertes por cáncer se dupliquen.

El informe “Control del cáncer, acceso y desigualdad en América Latina: una historia de luces y sombras”, que analizó las realidades de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, señala que este país presenta deficiencias en la financiación y en la disponibilidad de medicamentos, radioterapia y cuidados paliativos, capacitación de personal de salud en atención primaria, descentralización de la atención médica, entre otros aspectos más generales como el simple acceso a la salud.

The Economist
The Economist

Se elaboró una tabla de puntuación de control del cáncer para comparar los resultados por país. Perú se encuentra en el puesto ocho, solo por encima de Ecuador, Argentina, Bolivia y Paraguay. Uruguay y Costa Rica son los más destacados, aunque sin mostrar una gran eficacia.

Según el estudio, Perú tiene un desempeño relativamente bueno en varios aspectos, comenzando por el Plan Esperanza: aunque su agenda pormenorizada concluyó en 2016, es uno de los pocos programas nacionales de la región, que cubre el tratamiento cáncer de cuello uterino, mama, colon, estómago, próstata, leucemias y linfoma. Pero, el gasto público en salud es de 3,3% del PBI, por debajo del promedio de la región, de 4,57%, y del promedio de los países de OECD (7,7%).

Además, señala que en el dominio de disponibilidad de radioterapia obtuvo una baja puntuación, con una cobertura de apenas 66% de la población y es el país con menor cantidad de servicios de cuidados paliativos de los estudiados.

Los diferentes grados de cobertura de salud, la amplitud geográfica, la distribución irregular de la población (22% viviendo en áreas rurales) y otras características conducen a inequidad en la atención del cáncer. Hay zonas muy alejadas de los centros urbanos y existen otras en la selva sin buenas carreteras de conexión, a las que solo se puede acceder por avión.

Otros datos no menores son que el 85% de los oncólogos vive en la capital (en algunas ciudades no hay ninguno) y que los impuestos al tabaco no son demasiado altos.

“Varios países de la región han implementado o reforzado sus planes nacionales de control del cáncer. Sin embargo, a menudo tales planes no son lo suficientemente amplios ni tienen financiación insuficiente”, dice Martin Koehring, editor jefe a cargo de Salud Global, Liderazgo de Reflexión, de The Economist.

Los obstáculos en común con la región fueron: la fragmentación de los sistemas de salud, que en Perú continúa siendo pronunciada; la fuerte desproporción entre las áreas urbanas y rurales, y entre las zonas ricas y pobres, con recursos concentrados en las ciudades y las zonas prósperas; y la disparidad tanto en incidencia y mortalidad como en control del cáncer.

Rubén Torres. (Foto: EFE)
Rubén Torres. (Foto: EFE)

Al respecto, el doctor Rubén Humberto Torres, rector de la Universidad Isalud y ex superintendente de Servicios de Salud de la Nación de Argentina, señala que el problema del acceso a la salud y las deficiencias en el tratamiento del cáncer en esta región se debe a decisiones netamente políticas.

“El problema de la reducción del cáncer está muy relacionado con la gestión de los sistemas de salud. Un sistema de salud tiene un modelo de atención, y el modelo que yo elija es una decisión política. El modelo de financiamiento que yo elija también es una decisión política”, sostiene el ex gerente de Sistemas de Salud basados en APS de la Organización Panamericana de la Salud en una entrevista con El Comercio.

Torres piensa que la gran cantidad de decesos por cáncer es prevenible con acciones que cuestan poco dinero, pero que los gobiernos tienen “muy poca habilidad” de informar correctamente a los ciudadanos y para revertir esta situación tan problemática del acceso a la salud en zonas alejadas. “Si usted no coloca incentivos para que el señor (oncólogo) que vive en Lima pueda trabajar en otro lugar del interior y no le da las condiciones para que trabaje, desde el punto de vista de su salario y calidad de vida, es una decisión política”.

“Evidentemente, la mayoría de nuestros países tiene más centrado el modelo ‘hospitalocéntrico’ que un modelo vinculado a la atención primaria de la salud. En segundo lugar, otra de las formas fundamentales para que un sistema funcione es que las redes de servicios de salud estén integradas entre sí. Y en la mayoría de nuestros países las redes no están integradas, sino que hay una gran fragmentación”, añade.

El rector de Isalud propone una compra conjunta de medicamentos, que permitiría bajar los precios y uniformizar el costo de los tratamientos.

Carlos Francisco Fernández.
Carlos Francisco Fernández.

Para Carlos Francisco Fernández, médico especialista del Hospital Universitario San Ignacio (Colombia), se debe atacar la problemática desde varios ángulos, tanto en prevención como en educación, planificación y financiamiento. “No son solo oncólogos”.

“No podemos desbordar el gasto. Si continuamos cada día con más herramientas para tratar el cáncer a estos precios, definitivamente casi inalcanzables, nos vamos a quebrar. Necesitamos buscar el equilibrio y esencialmente meterle mucho énfasis al asunto de la prevención”, explica el especialista a El Comercio.

“La obligación de todos los gobiernos es hacer planes, pero la obligación de los medios y esencialmente de la gente es velar por que estos planes se cumplan”, concluye el y asesor médico de la Casa Editorial El Tiempo.

Irene Mia, autora del reporte y directora editorial global de liderazgo de reflexión del semanario británico, dijo en su ponencia en Buenos Aires que estos resultados obligan a tener una visión común para enfrentar el desafío, ya que en la región hay muchas prioridades de salud y los recursos son limitados.

Irene Mia
Irene Mia

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