Carnes y cáncer: 7 claves para entender la relación entre ambas
Carnes y cáncer: 7 claves para entender la relación entre ambas
Jimena Salas

Mucho se dice sobre el reciente estudio que coloca a las carnes rojas y procesadas en la lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de sustancias que producen cáncer. Pero antes de alarmarte y optar de manera definitiva por el vegetarianismo, te recomendamos conocer siete claves, avaladas por la Licenciada en Nutrición Humana y nutricionista colaboradora de , Alejandra Valdez.

1. El estudio de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) que valida la decisión de la OMS señala que el consumo de carnes procesadas aumenta el riesgo de padecer cáncer de colon y de recto, no que lo produce, necesariamente. Han colocado a la carne procesada en el grupo 1 de la lista de productos que pueden generar cáncer (junto al tabaco y el amianto, aunque no significa que sean igual de peligrosos).

2. En el caso de la carne roja, se afirma que su consumo puede contribuir a padecer esta enfermedad, pero las pruebas sobre este punto no son concluyentes. Las carnes rojas han sido colocadas en el grupo 2A de la lista (junto al glifosato, ingrediente que se encuentra en los herbicidas).

3. Alejandra Valdez afirma que sí es cierto que las carnes procesadas y rojas pueden producir cáncer, pero cuando son consumidas en exceso. “Si las carnes rojas se ingieren una vez por semana, no hay problema. Casi todos los alimentos en exceso producen cáncer”.

4. “[Los embutidos] Por la cantidad de nitritos que poseen, sí son productores de cáncer”, afirma Valdez. Especialmente aquellos como el chorizo, la salchicha y los embutidos a la parrilla. Ella recomienda comerlos, como máximo, una vez cada dos semanas.

5. “No todos los embutidos son igual de dañinos”. Para la experta, productos como el jamón de pavo o de pollo pueden incluirse en la dieta hasta dos veces por semana.

6. Los embutidos se producen con carnes rojas que, en exceso, contienen una mayor concentración de toxinas. “Pero al ser procesadas y, además, cocinadas [llevadas a altas temperaturas], se vuelven más dañinas todavía”.

7. ¿Es mejor ser vegetariano, entonces? “Lo mejor es tener una alimentación rica en verduras y frutas que brindan antioxidantes, pues estos ayudan a reducir los efectos de los radicales libres, que son los que dan cáncer. Hacer deporte y tomar mucha agua también es fundamental”.

Contenido sugerido

Contenido GEC