Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)
Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)
Oscar Paz Campuzano

Un estudio del glaciólogo brasileño Jefferson Simoes concluyó que en un período de 39 años (1959-1999) se derritió el 7% de glaciares en la isla Rey Jorge, el lugar que el Perú eligió hace 30 años para instalar su base científica en la . Esto significó el derretimiento de 89 km2 de un total de 1.250 km2 de masa glaciar.

En toda la isla Rey Jorge hay registrados más de 55 glaciares y uno de ellos es el Znosko. Al estar muy próximo a nuestra estación Machu Picchu, estudiarlo es importante para saber si está perdiendo masa glaciar y si esto afecta a la biodiversidad de la ensenada Mackellar, en la

Para llegar al Znosko se debe hacer una caminata de 20 minutos desde la base peruana en la . El camino es agreste: los primeros tramos son rocosos, aunque en días de nevadas todo se vuelve blanco. La cima está a unos 330 metros sobre el nivel del mar. 

Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)
Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)

Antes de ascender, se toman ciertas precauciones, como llevar radios de comunicación y evaluar las condiciones climáticas: velocidad del viento, visibilidad, reporte de nevadas, lluvias, temperatura, etc. La Compañía de Operaciones Antárticas (COA) del Ejército, que regenta la base Machu Picchu, monitorea a los investigadores que ascienden.

—LOS PRIMEROS REPORTES—
En enero del 2018, especialistas de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) colocaron balizas en varios puntos del Znosko, en la . Estos son unos tubos que se introducen en el hielo para medir su evolución en el tiempo. 

Con las mediciones hechas este año por los especialistas de la ANA y el Senamhi que viajaron a la ya se tienen algunas primeras conclusiones: el Znosko perdió en un año 15 metros de masa glaciar en su frente. Casi el mismo retroceso anual se reporta en el nevado Pastoruri (Áncash). 

A partir de esta primera medición, se podrá saber cómo se comporta el glaciar frente a los cambios de temperatura en la , indicaron los especialistas. 

Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)
Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)

Para medir el balance de masa glaciar del Znosko se ha utilizado un dron. Fabián Brondi, especialista en geomática del Instituto Geográfico Nacional (IGN), ha elaborado modelos digitales que ayudan a visualizar la ocupación del glaciar en la montaña. En la próxima expedición, Brondi hará registros similares para identificar variaciones. Es otro método para medir el deshielo. 

—LOS PRIMEROS REPORTES—
También viajó a la Antártida un equipo del Instituto Nacional de Investigación de Glaciares y Ecosistemas de Montañas (Inaigem), liderados por la directora de esta entidad, Gisella Orjeda. El proyecto –explicó a El Comercio– busca averiguar la influencia de la deglaciación del Znosko en la biodiversidad marina y lacustre de la ensenada Mackellar. 

En los glaciares, por efectos del viento, se acumulan partículas de metales pesados, carbono negro o aerosoles. “Con el deshielo, estos contaminantes terminan en las lagunas y en el mar”, explica Luzmila Dávila, ingeniera ambiental de Inaigem que fue parte del equipo de investigadores de la XXVI Campaña Científica del Perú en la

Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)
Los investigadores peruanos en la Antártida están analizando el impacto del retroceso del glaciar Znosko en los alrededores de la estación científica peruana Machu Picchu. (Foto: Óscar Paz C./ El Comercio)

En estos meses de trabajo, el Inaigem ha tomado muestras de hielo en el Znosko y las van a comparar con las que se han tomado en el mar, en la laguna formada por el glaciar y en el suelo marino de la ensenada. La intención es averiguar si los contaminantes del glaciar llegaron al océano. 

El glaciar Znosko ha ido perdiendo hielo de manera rápida. Investigadores peruanos estudian el impacto de esto en el medio ambiente.

EN LA PRÓXIMA CAMPAÑA
En la siguiente expedición científica –a fines del 2019– el Inaigem enviará a biólogos y buzos peruanos a la a estudiar si los contaminantes que llegan al mar por la deglaciación del Znosko están impactando en las especies marinas.

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