Una mujer camina con una mascarilla en Colombia, el 12 de setiembre de 2020. (EFE)
Una mujer camina con una mascarilla en Colombia, el 12 de setiembre de 2020. (EFE)
/ Mauricio Dueñas Castañeda
Redacción EC

Los colombianos ya no tendrán que usar el tapabocas de manera obligatoria en los municipios en los cuales la cobertura de vacunación con esquemas completos supere el 70 por ciento de la población en cada jurisdicción.

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Así lo dio a conocer el Gobierno Nacional en cabeza del presidente Iván Duque, quien aseguró que esta medida se adopta con fundamento en las recomendaciones del Comité Asesor del Ministerio de Salud y Protección Social y es un paso que, además de incentivar la inmunización en quienes no lo hayan hecho, representa un avance para que “podamos acercarnos y lograr darle la vuelta a la página del COVID-19″, remató el primer mandatario.

Si bien la pandemia no ha terminado y la emergencia social se mantiene –por ahora hasta el 28 de febrero–, desde la fecha, los habitantes de 451 municipios en todo el país podrán circular sin el uso de las máscaras protectoras, que en esencia se han convertido en el símbolo de la pandemia.

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El ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, resaltó que esta decisión se había tomado desde hace dos semanas, dada la progresión y las proyecciones de la pandemia, que, en el momento, presentan una caída casi vertical desde la última ola, al punto de que la representante para Colombia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Gina Tambini, dijo hace unos días que el descenso de este cuarto pico era evidente dentro de un contexto sanitario oficial.

Algunas aclaraciones

El jefe de la cartera de salud dejó claro que si bien esta decisión entró en vigor desde ayer, esta solo involucra los espacios públicos abiertos, de tal forma que no se hace extensiva al transporte público, sitios cerrados o de aglomeración e incluso espectáculos bajo techo, donde, además de continuar con el uso del tapabocas, se deben conservar las demás medidas como los distanciamientos y el mantenimiento de los aforos según las condiciones de cada sitio.

De igual forma, se dio a entender que no hay modificaciones frente a la exigencia del carné de vacunación donde sea requerido.

Por su parte, Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública, dijo que de ninguna manera esto debe interpretarse como el fin de la pandemia, sino que es una medida que debe evaluarse, además de la cobertura de vacunación, a la luz de la circulación del virus, a partir del número de casos reportados, la positividad de las pruebas, el nivel de hospitalizaciones y ocupación de camas de UCI.

”No es recomendable retirar el tapabocas en personas mayores, pacientes con comorbilidades, personas que atienden público o con oficios de alta exposición, así se desempeñen al aire libre”, insistió Cruz.

Por otro lado, Carlos Álvarez, infectólogo y coordinador nacional de estudios sobre el COVID-19 en Colombia, delegado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), manifestó que esto es consecuencia de otra realidad epidemiológica porque mientras el virus esté circulando en todos los continentes no se puede hablar del fin de la pandemia como algunos lo han interpretado.

Sin embargo, Álvarez agrega que con la vacunación, la inmunidad natural y la híbrida, la susceptibilidad de infectarse es menor, sobre todo, si los niveles de estos aspectos son mayoritarios, y se puede considerar levantar algunas restricciones en dichos territorios, sin que esto signifique el fin de esta contingencia sanitaria.

Carlos Eduardo Pérez, infectólogo de la Universidad Nacional, no duda en calificar como “sensata” la decisión del Gobierno, además de verla como una acción necesaria para avanzar en el proceso pandémico.

Y deja claro e insiste en que los tapabocas per se no son útiles si otras recomendaciones de bioseguridad necesarias, como el lavado de manos y los distanciamientos, no se ponen en práctica, como se aprecia en la actualidad, al punto de que, según el experto, las mascarillas se convirtieron en elementos decorativos y no protectores, sin dejar de lado que los tapabocas también terminaron por comprometer al medioambiente al no ser, en su mayoría, biodegradables; “es un paso más, pero falta demasiado trecho para que se cante victoria en este proceso”, reafirma Pérez.

Una mirada a los datos

Mientras esto ocurre, en Colombia se han aplicado 76,6 millones de vacunas contra COVID-19; 35 millones de colombianos ya cuentan con primera dosis y 33,2 millones ya tienen esquemas completos.

Por su parte, la pandemia muestra un descenso al registrar ayer 2.181 casos y 79 fallecidos, una de las cifras más bajas de las últimas semanas si se tiene en cuenta que los decesos de ayer fueron solo cuatro.

No sobra decir que desde el 6 de marzo de 2020, el país ha acumulado oficialmente algo más de seis millones de casos confirmados de covid-19 y 138.364 muertos con una afectación del 12, 01 por ciento de la población, una letalidad acumulada de 2,28 por ciento, una disminución de los casos en las últimas semanas de 7,86 por ciento y una positividad acumulada de las pruebas del 22 por ciento.

Los territorios

Con el panorama anterior, municipios como Yacuanquer en Nariño, que registra el 223,4 por ciento de su población con cobertura completa de vacunación; Santuario en Antioquia (167,7 por ciento) y Villa rica en el Tolima (156,7 por ciento), que tienen esquemas completos, ya pueden respirar sin tapabocas en espacios abiertos si se tiene en cuenta que encabezan, de acuerdo con el Ministerio de Salud, los sitios con mayor proporción de su población inmunizada e incluso con refuerzos, que, en el caso de Santuario, ya sobrepasa el 76 por ciento.

Por la misma senda transitan los municipios de Suárez, Obando, El Cocuy, Salento y la mayoría de las capitales de los departamentos. En el caso de Bogotá, el 71, 8 por ciento de los capitalinos cuentan con esquemas completos; en Medellín representan el 74 por ciento; Barranquilla cuenta con el 83,5 por ciento; Bucaramanga, con el 77 por ciento; Cartagena, con 70,2 por ciento; mientras que Santa Marta, Cali, Mocoa y Quibdó están próximos a alcanzar la meta. En cambio, Florencia, Inírida y Mitú están en situación crítica.

El tiempo, Colombia/GDA

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