Los médicos transportan a un hombre a una ambulancia en el Life Care Center, un centro de atención donde se están viendo casos confirmados de coronavirus en Estados Unidos. (REUTERS / David Ryder).
Los médicos transportan a un hombre a una ambulancia en el Life Care Center, un centro de atención donde se están viendo casos confirmados de coronavirus en Estados Unidos. (REUTERS / David Ryder).
/ DAVID RYDER
Redacción EC

A pesar de que hubo dos crisis anteriores relacionadas con , el mundo realmente no ha invertido en medios para combatirlos, lamentan investigadores, que esperan que la nueva epidemia sea la “última señal de alarma” para prepararse para las siguientes.

Hasta hace 20 años, solo cuatro virus de la familia de los coronavirus se conocían como transmisibles a los humanos, todos generalmente benignos.

Pero a inicios de los años 2000, todo cambió con la aparición de un quinto miembro de la familia: el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) que dejó 774 muertos en el mundo en 2002-2003, y luego el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS) que causó más de 850 muertos desde 2012.

Los investigadores están ahora ocupados en desarrollar tratamientos y vacunas.

“Pero con demasiada frecuencia, la atención en la investigación y la inversión generada por una nueva epidemia disminuye rápidamente una vez que ésta se calma”, comentó a la AFP Jason Schwartz, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale.

Balance mundial de víctimas del coronavirus. (AFP).
Balance mundial de víctimas del coronavirus. (AFP).

“Resultado: las prometedoras estrategias de investigación se dejan de lado o se pierden los fondos, mientras que este trabajo podría ser valioso para acelerar la respuesta a futuras epidemias”, prosigue.

Frente a la “amenaza mundial” que representan ahora los coronavirus, esta investigación fundamental es importante “para sentar las bases de futuras innovaciones, aunque no haya una aplicación comercial inmediata”, subrayó el virólogo.

Se habían puesto en marcha algunos programas de investigación, en particular con el apoyo de la Unión Europea, señala Bruno Canard, especialista en virus del CNRS. Luego “disminuyó, hubo cambios en las políticas, la crisis (financiera) de 2008...”, lamentó.

“Una vergüenza”

“Hemos bajado un poco la guardia mientras que, por el contrario, la aparición de virus está en modo de aceleración, y la aparición será cada vez más acelerada, por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad”, insiste el investigador. Se sospecha que el SRAS, el MERS y el nuevo coronavirus salieron de un animal antes de pasar a los humanos.

Para los especialistas, si la investigación sobre los coronavirus hubiera continuado de forma asidua desde 2002, a lo mejor habría hoy un medicamento capaz de atacar la enfermedad COVID-19.

Es cierto que los coronavirus mortales no son idénticos, pero son bastante similares. El nuevo es incluso "el hermano gemelo del de 2003", según el investigador.

Esta foto tomada el 28 de febrero de 2020 muestra a un miembro del personal médico mirando una pantalla mientras un paciente infectado por el coronavirus COVID-19 realiza una tomografía computarizada en el hospital de la Cruz Roja en Wuhan, en la provincia central china de Hubei. (AFP).
Esta foto tomada el 28 de febrero de 2020 muestra a un miembro del personal médico mirando una pantalla mientras un paciente infectado por el coronavirus COVID-19 realiza una tomografía computarizada en el hospital de la Cruz Roja en Wuhan, en la provincia central china de Hubei. (AFP).
/ STR

Pero incluso con diferencias, la ciencia habría tenido la capacidad de desarrollar un medicamento “contra cualquier nuevo coronavirus que apareciera”, aseguró Johan Neyts, profesor experto en virus de la Universidad KU Leuven en Bélgica.

“Conocíamos a seis miembros de la familia de los coronavirus, así que teníamos suficiente para tratar de encontrar un medicamento eficaz” contra estos y los que fueran apareciendo, dijo el experto, que dirige un equipo que trabaja una vacuna y un tratamiento con el nuevo virus.

“Es un ataque que podríamos haber evitado, la gente muere y es una verdadera vergüenza”, agregó.

Pero para eso se necesita dinero. “Desarrollar un medicamento completamente nuevo puede costar de 250 a 300 millones de euros (280 a 335 millones de dólares), lo que permitiría a la OMS tener reservas de un tratamiento activo contra cualquier coronavirus”, dijo a la AFP el investigador belga.

Pero el dinero no es el único problema, matiza Canard: “Para desarrollar una molécula, se necesitan años, hay que hacer ensayos clínicos”.

En todo caso, todos esperan que esta vez se aprenda la lección.

Esta epidemia debería ser “nuestra última señal de alarma”, expresó Neyts. “Esto es verdad para la familia de los coronavirus, pero también para otras familias de virus: todo el mundo ya olvidó el zika”, lamentó.

AFP

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