La reprogramación celular promoverá la reproducción del futuro. (Foto: Pixabay)
La reprogramación celular promoverá la reproducción del futuro. (Foto: Pixabay)
Redacción EC

En el año 2006, el investigador japonés Shinya Yamanaka demostró que bastaban cuatro genes para que las células de un adulto volvieran a un estado similar al embrionario y así se convierta en cualquier tejido. Esta técnica era un gran avance para el desarrollo de una medicina regenerativa en la que se creen células para reparar órganos dañados. La llamada reprogramación celular es capaz de transformar una célula de piel, por ejemplo, hasta convertirla en un óvulo, su estado original, que puede construir un organismo completo.

Ahora, una clínica dedicada a tratamientos de fertilidad sugería que la posibilidad de que una pareja del mismo sexo tuviera hijos con la información genética era posible. Escogiendo células normales, se podrían reprogramar y crear un espermatozoide y un óvulo, que una vez fecundado, se debería instaurar en el útero de una mujer. Esta técnica sería útil también en parejas heterosexuales que no lograsen producir sus espermatozoides u óvulos de forma natural.



El estudio en este campo es incansable y los avances en animales han sido importantes. En 2016, un grupo de científicos liderado por Katsuhiko Hayashi, de la Universidad de Kyushu, en Japón, consiguió producir óvulos de ratón desde células madre pluripotentes. Después, realizaron fecundación in vitro y los insertaron en hembras de ratón para su gestación. A pesar de que el proceso tuvo un éxito moderado, algunos embarazos tuvieron crías fértiles que después lograron reproducirse.

El año pasado, un grupo de científicos chinos superó otro obstáculo que permite a los mamíferos reproducirse entre parejas del mismo sexo, tal como hacen otras especies de animales. En condiciones normales, existen distintos genes del padre o de la madre que se encienden o apagan. Pero si crea un espermatozoide a partir de células de la hembra, los genes que permanecen apagados en el óvulo y en espermatozoide serían los mismos y el sistema fallaría. Liderados por Qi Zhou, los científicos de la Academia China de Ciencias, hicieron manipulaciones genéticas para evitar este inconveniente y crearon 29 crías desde 210 embriones. Pero fallaron en su intento de hacerlo con los machos.

“Crear una célula de la que va a depender la creación de un ser humano es mucho más complicado”, señala Carlos Simón, director científico de Igenomix, una compañía dedicada a la genética reproductiva en El País. “Los cuatro genes que le servían a Yamanaka para crear células indiferenciadas no nos sirve para crear células primordiales”, explica. “Hay por delante un proceso de cinco o diez años con muchísimas comprobaciones”, añade el científico. 

La directora del Banco de Líneas Celulares del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, Anna Veiga, dice que para hacer esta prueba en humanos se necesita mucha cautela. “En humanos, lo último que se ha conseguido es producir ovogonias, que son precursores de los ovocitos, pero de una manera muy imperfecta”, explica.

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