María Luisa Aguilar, Rebeca Carrión y Laura Rodríguez Dulanto. (Composición)
María Luisa Aguilar, Rebeca Carrión y Laura Rodríguez Dulanto. (Composición)
Yerson Collave García

Durante la historia, las mujeres han brindado aportes significativos a la ciencia y tecnología, pero -en muchos casos- no fueron reconocidos en su momento o tuvieron notoriedad décadas después.

Incluso, muchos de sus trabajos fueron pasados por alto y atribuidos a varones. Hay diversos ejemplos de ello en el siglo XX. Es el caso de Dorothy Hodgkin, con su mapeo de la estructura de la penicilina; Rosalind Franklin, quien registró los primeros indicios de la estructura del ADN; o Lise Meitner, y sus aportes clave al descubrimiento de la energía nuclear. Los varones con los que colaboraron o que usaron sus trabajos como base para sus estudios recibieron el Nobel.

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Hoy, en la segunda década del siglo XXI, las mujeres aún trabajan día a día para abrirse camino en un campo que aún es dominado por los varones. Según datos del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), solo el 30,8% de investigadoras en el país son mujeres y esa cifra es aún más baja en la rama de la ingeniería (11%). Esta brecha, sin embargo, se va acortando con los años.

Por ello, a continuación, resumimos la vida y aportes de cinco científicas peruanas en el siglo XX:

Laura Rodríguez Dulanto, la primera médico cirujana

Laura Rodríguez Dulanto. (Foto: Dominio Público)
Laura Rodríguez Dulanto. (Foto: Dominio Público)

En la época en que nació, solo una parte de las mujeres podía aprender a leer y escribir, para luego prepararse para el matrimonio. Nacida en 1872, Laura Rodríguez Dulanto tuvo el apoyo de sus padres para continuar con sus estudios. En aquella época no había colegios secundarios para señoritas y las mujeres no iban a la universidad. Pero su familia logró que fuera evaluada por las autoridades y terminara el colegio.

No se conformó con ello y, tras lograr que las autoridades universitarias aceptaran que rindiera el examen de admisión, ingresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos en mayo de 1892, con solo 19 años y la calificación más alta: 20.

El camino como una estudiante de ciencias y medicina no fue fácil. No pudo llevar cursos de anatomía junto con sus compañeros varones, así que debió de estudiar sola, con la compañía de su hermano Abraham.

Primero se graduó como doctora en ciencias, luego, el 23 de diciembre de 1899, recibió el grado de bachiller en medicina. Un año después, se convirtió en la primer mujer médico cirujana del país. Se desempeñó como médica en diversas instituciones de la capital, investigó problemas ginecológicos y pediátricos, además de fundar la Primera Escuela de Enfermería del país.

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María Reiche, la Dama de Nasca

‘La Dama de la Pampa’
‘La Dama de la Pampa’

Dedicó su vida a proteger y estudiar las famosas Líneas de Nasca, en un campo como la arqueología, ejercido desde sus inicios por los varones. Nacida en 1903 en Alemania, llegó joven al país. La mayor parte de su vida recorrió estas líneas milenarias que ella como matemática encontraba intrigantes.

Tras ver fotografías de las líneas en 1941, Reiche acompañó a Paul Kosok, un investigador estadounidense que estudiaba los poco conocidos rastros en el desierto. Cuando este abandonó el país, ella continuó con el trabajo. Se mudó cerca del desierto para poder cuidarlas y estudiarlas de cerca.

En ese momento el lugar no tenía un plan de conservación, leyes claras, ni presupuesto. Reiche logró restaurar varias figuras, bastante deterioradas por el tiempo. Sus observaciones hicieron que propusiera que el lugar era un calendario astronómico, aunque esta teoría ha perdido fuerza con el tiempo. Sin embargo, los arqueólogos reconocen la labor que hizo: defender el patrimonio. Gracias a ello, otros investigadores pudieron realizar sus propios trabajos en el lugar, que hoy es conocido en todo el mundo.

A María Reiche, arqueóloga y matemática germano-peruana, se le solía ver sobre las Líneas de Nasca. (Foto: Andina)
A María Reiche, arqueóloga y matemática germano-peruana, se le solía ver sobre las Líneas de Nasca. (Foto: Andina)

“Tenemos aquí el testimonio en gran escala y único en el mundo del primer despertar de las ciencias exactas en la evolución de la humanidad, esfuerzo gigantesco de la mente primitiva que se refleja en la grandeza de la ejecución bajo el cielo vasto de las pampas inmensas y solitarias, barridas por el viento y quemadas por el sol”, decía la Dama de Nasca.

En el año 1994, las Líneas de Nasca fueron declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco. Reiche, de avanzada edad, recibió la nacionalidad peruana en 1993 y las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta y la Orden El Sol del Perú en el grado de Gran Cruz. Murió en 1998.

María Luisa Aguilar, la primera astrónoma

María Luisa Aguilar: "He tenido una vida sacrificada pero feliz"
María Luisa Aguilar: "He tenido una vida sacrificada pero feliz"

Fue pionera en su disciplina. Tuvo que superar muchas barreras propias de su época para dedicarse a su pasión: la astronomía. Y no solo logró dedicarse a ello, sino que creó un lugar que permitió que sus alumnos se interesaran en estudiar el espacio.

En la década del 60, María Luisa estudió primero en el Instituto de Matemáticas y Física de la Universidad de San Marcos. Para seguir su meta de convertirse en astrónoma, viajó a Argentina, donde estudió en el Observatorio de Astronomía y Geofísica de la Universidad Nacional de La Plata. Allí se especializó en espectroscopia estelar, atmósferas estelares y estrellas variables.

Nacida en Jauja en 1938, regresó al Perú en 1969 convertida en la primera astrónoma profesional peruana y luego se volvió docente de San Marcos, donde creó los “Viernes astronómicos”, la semilla de lo que hoy es el Seminario Permanente de Astronomía y Ciencias Espaciales (Space), “la primera y más antigua organización de estudiantes y docentes dedicados al estudio de las ciencias espaciales en el país”. Este espacio funciona hasta nuestros días.

“Ella hizo que la astronomía sea tomada en serio en el país. A mí me impulsó en hacer un doctorado, pues veíamos que la astronomía era su pasión”, decía a El Comercio Richard Toribio Saavedra, doctor en nanofísica y docente de la Universidad Nacional del Callao.

María Luisa Aguilar fue la primera profesional peruana en astronomía, entre varones y mujeres, en ser aceptada en la Unión Astronómica Internacional, la entidad más importante en este campo en el mundo.

Aunque sus objetivos de formar la Escuela de Astronomía y poner en pleno funcionamiento el Observatorio Astronómico de Educación y Turismo de Maranganí, en Cusco, aún no se concretan, ha dejado decenas de pupilos que siguen sus pasos en Space.

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Rebeca Carrión y el carbono 14

Rebeca Carrión Cachot. (Foto: Twitter del Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM)
Rebeca Carrión Cachot. (Foto: Twitter del Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM)

Reconocida como la “primera arqueóloga peruana”, Rebeca Carrión fue una de las intelectuales más importantes de la primera mitad del siglo XX en el Perú. Trabajó y amplió las investigaciones que hizo su mentor, el arqueólogo Julio César Tello, considerado el “padre de la arqueología peruana”.

Carrión fue la primera arqueóloga peruana que ocupó el cargo de conservadora del Museo de la Universidad de San Marcos. Logró su doctorado en historia y letras con la tesis ‘La indumentaria en la antigua Paracas’.

Durante su labor académica, Rebeca Carrión investigó el culto al agua en el antiguo Perú, la religión, la navegación y la agricultura. Su pronta partida hizo que dejara trabajos inéditos sobre la cultura Chavín. Y también es conocida por ser la primera en utilizar la técnica del carbono 14 para determinar la antigüedad de los objetos.

“Rebeca Carrión fue una de las primeras mujeres en ocupar una cátedra universitaria en el Perú, así como posiciones de gestión en las instituciones museográficas; en estos cargos, tradicionalmente ocupados por hombres, enfrentó discriminación y el descrédito por el hecho de ser mujer. Pero la eficiencia y la fortaleza de Rebeca, su dedicación y sus conocimientos, la sacaron siempre adelante”, reseña el libro ‘.

Ruth Shady y la civilización más antigua

Ruth Shady en la Ciudad Sagrada de Caral. (Difusión)
Ruth Shady en la Ciudad Sagrada de Caral. (Difusión)

Aún en actividad, Ruth Shady es una de las principales científicas sociales peruanas de las últimas décadas. Ha dedicado su vida y su cátedra en la Universidad de San Marcos al estudio de la civilización Caral, la más antigua de América.

Mucho de lo que se sabe hoy sobre la cultura, ciencia y tecnología de Caral es gracias al trabajo de Shady y su equipo, que trabajan en más de 20 sitios arqueológicos en el valle de Supe, al norte de Lima. Además, dicho conocimiento ha motivado que otros investigadores nacionales y extranjeros realicen sus propios estudios sobre Caral.

“Como mujer, he tenido muchos problemas, no ha sido fácil que respeten el trabajo que venía haciendo”, dice en la serie documental, ‘Rostros del Bicentenario’.

Ruth Shady ha recibido diversos premios, entre ellos el L’Oréal Unesco para las Mujeres en Ciencia. En 2020, fue considerada por la BBC como una de las 100 mujeres inspiradoras e influyentes del mundo.

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